Monseñor David J. Malloy, presidente del Comité de Justicia y Paz Internacional de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB), pide oraciones por la paz en Ucrania.
El prelado señala en una declaración que las tensiones aumentan mientras Estados Unidos y sus aliados de la OTAN consideran la mejor manera de responder a la masiva acumulación de fuerzas y equipos militares rusos en la frontera de Ucrania.
“Ante la alarmante situación en Ucrania, hacemos un llamamiento a todos los líderes para que respeten la integridad territorial y la independencia política de Ucrania y entablen un diálogo constructivo para resolver pacíficamente este conflicto que afecta a las vidas y los medios de subsistencia de 43 millones de ucranianos”, se lee en el comunicado.
“En las observaciones posteriores al Ángelus del 23 de enero, el Papa Francisco pidió que el 26 de enero fuera un día de oración por Ucrania, dada la creciente preocupación por la situación en ese país y en Europa en general, diciendo: ‘Hago un llamamiento de corazón a todas las personas de buena voluntad para que eleven oraciones a Dios Todopoderoso para que todas las acciones e iniciativas políticas estén al servicio de la fraternidad humana’. Anteriormente, el Santo Padre había expresado su preocupación por Ucrania y la esperanza de que ‘las tensiones que está experimentando puedan resolverse mediante un diálogo internacional serio y no con las armas”.
Asimismo, el obispo exhorta a unirse al Santo Padre que, en su discurso de 2022 al cuerpo diplomático, dijo: “‘La confianza recíproca y la disposición a entablar un debate sereno deben inspirar a todas las partes en juego, para que se puedan encontrar soluciones aceptables y duraderas en Ucrania’”.
El texto remite también al llamamiento de los obispos católicos de Ucrania y Polonia para que los líderes se abstuvieran de la guerra y retiraran los ultimátum “inmediatamente” y en el que apelaron a “la comunidad internacional para unir esfuerzos en solidaridad y apoyar activamente a los amenazados de todas las maneras posibles”.
Finalmente, la declaración indica que en este tiempo de miedo e incertidumbre, “nos solidarizamos con la Iglesia de Ucrania y le ofrecemos nuestro apoyo. Pedimos a todos los fieles y a las personas de buena voluntad que recen por el pueblo de Ucrania, especialmente el 26 de enero, para que conozcan las bendiciones de la paz”.