¿Está la Iglesia preparada para el Papa Francisco? ¿Qué dijo a los jóvenes en Singapur?

El narcisismo de teólogos es una enfermedad eclesiástica que hace mucho daño

CNS photo/Vatican Media

Mientras que los católicos de Indonesia, Papúa Nueva Guinea, Timor Oriental y Singapur festejan la visita del Papa Francisco como una gracia especial que les concedió la divina Providencia, un enjambre de católicos en Occidente se rasga las vestiduras por una frase que expresara el Papa en un encuentro en un diálogo interreligioso. Esta reacción pone en tela de juicio una vez más el valor objetivo de títulos de teología, cuando el teólogo no tiene la humildad de bajar al llano para ser un teólogo pastoral y comprender los contextos.

¿Qué dijo el Papa Francisco a jóvenes de distintas religiones en Singapur?

Estas son las palabras del Papa que generaron controversia:

“Una de las cosas que más me ha impresionado de ustedes, los jóvenes, que están aquí, es la capacidad de diálogo interreligioso. Y esto es muy importante, porque si empiezan a discutir —’mi religión es más importante que la tuya’, ‘La mía es la verdadera, en cambio la tuya no es verdadera’—. ¿Adónde lleva todo esto? ¿Adónde?, que alguien responda ¿adónde? [alguien responde: ‘A la destrucción’]. Y así es. Todas las religiones son un camino para llegar a Dios. 

Y, hago una comparación, son como diferentes lenguas, como distintos idiomas, para llegar allí. Porque Dios es Dios para todos. Y por eso, porque es Dios para todos, todos somos hijos de Dios. 

¡Pero mi Dios es más importante que el tuyo!’ ¿Eso es cierto? Solo hay un Dios, y nosotros, nuestras religiones son lenguas, caminos para llegar a Dios. Uno es sijs, otro, musulmán, hindú, cristiano; aunque son caminos diferentes. Understood? Sin embargo, para el diálogo interreligioso entre los jóvenes se requiere valentía. Porque la juventud es la edad de la valentía. Pero mientras podrías tener esa valentía para hacer cosas que no te ayudarían, sería mejor tener valentía para avanzar y para el diálogo”.

¿Estamos preparados para el Papa Francisco?

Y aquí mi pregunta… si estamos preparados para el mensaje de Jesús a través del Papa Francisco. Después de tantos siglos de intelectualismo exacerbado, el Papa baja la teología de las nubes a una teología pastoral sencilla, de los gestos. Se le acusa de no tener nivel teológico, pero él demuestra que el más sabio es el que no tiene que demostrar nada. Francisco disimula su nivel intelectual en una sonrisa, en un abrazo, y en palabras que serán tildadas de herejías por los que se creen más sabios.

Qué fácil es repetir lo que se ha dicho siempre, y qué riesgoso avanzar a pasos de profeta, sabiendo que enciclopedias ambulantes no comprenderán nada, porque “todo está ya escrito”, y “eso no está en la doctrina”. Es como si hubieran hecho un pacto de honor: “De aquí no nos moveremos”, invitando al Espíritu Santo a descansar, porque ellos ya tienen todo claro. Los papistas más acérrimos se han vuelto sus principales detractores, mientras que aquellos que siempre tuvieron un espíritu humilde y filial ante Dios, lo tienen ante todo papa. 

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Contexto de la “herejía” del Papa Francisco

Muy a mi pesar daré una breve explicación sobre las palabras del Papa en el encuentro con jóvenes de diversas religiones en Singapur. Digo “muy a mi pesar”, porque no me deleito en explicar lo obvio. Pero aquí vamos. En primer lugar, como cristiano, me sentiría honrado de que miembros de otras religiones se acerquen a un cristiano. Eso me motivaría profundamente a ser muy fiel al principio básico del diálogo, de integrar todo lo integrable. Entonces expresaría lo que tenemos en común. “Nuestras religiones son caminos para llegar a Dios”. Esto escandaliza al intelectualista de biblioteca, que siempre sabe mejor lo que el Papa tendría que haber dicho. 

Pero el caso es que todas las religiones tienen cosas buenas, y todo lo bueno conduce a Dios, se trate de un milímetro o de kilómetros. Eso un niño lo entiende fácilmente. Un “sabio” no. “Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has escondido estas cosas de los sabios y de los entendidos, y las has revelado a los niños”. Mt. 11:25. Pero no creen que está dirigido a ellos.

Cabe advertir que Francisco nunca dijo que las religiones son caminos iguales para llegar a Dios. Durante su largo viaje no dejó de evidenciar en cada momento que Jesús es el Camino, la Verdad y la Vida, a quien está consagrando su vida.

La luz del Magisterio de la Iglesia, oculta a para los “sabios”

Un alma sencilla y humilde no necesita ir constantemente en la búsqueda de constituciones y bulas para conocer la amplitud del amor infinito de Dios. De todas formas, a todos nos viene bien acceder a documentos de la Iglesia que nos iluminan en temas que a algunos causan dudas y a otros sirven para marcar su presunta superioridad intelectual, causando escandalosas divisiones en el Cuerpo de Cristo.


Compartiremos aquí tres textos que nos dan luz al respecto de la presencia de Dios en las personas:

Enseña el Catecismo de la Iglesia Católica, #847 que «los que sin culpa suya no conocen el Evangelio de Cristo y su Iglesia, pero buscan a Dios con sincero corazón e intentan en su vida, con la ayuda de la gracia, hacer la voluntad de Dios, conocida a través de lo que les dice su conciencia, pueden conseguir la salvación eterna». 

Por su parte, el Concilio Vaticano II, enseña en la Declaración Nostra aetate, #2, que “la Iglesia católica no rechaza nada de lo que en estas religiones hay de santo y verdadero. Considera con sincero respeto los modos de obrar y de vivir, los preceptos y doctrinas que, por más que discrepen en mucho de lo que ella profesa y enseña, no pocas veces reflejan un destello de aquella Verdad que ilumina a todos los hombres. Anuncia y tiene la obligación de anunciar constantemente a Cristo, que es «el Camino, la Verdad y la Vida» (Jn., 14,6), en quien los hombres encuentran la plenitud de la vida religiosa y en quien Dios reconcilió consigo todas las cosas».

Incluso los que no conocen a Dios son susceptibles de ser salvos

Sobre la salvación de los no cristianos afirma el Concilio Vaticano II, en la Constitución Lumen gentium, # 16, que «quienes todavía no recibieron el Evangelio, se ordenan al Pueblo de Dios de diversas maneras. En primer lugar, aquel pueblo que recibió los testamentos y las promesas y del que Cristo nació según la carne (cf. Rm 9,4-5). Por causa de los padres es un pueblo amadísimo en razón de la elección, pues Dios no se arrepiente de sus dones y de su vocación (cf. Rm 11, 28-29). Pero el designio de salvación abarca también a los que reconocen al Creador, entre los cuales están en primer lugar los musulmanes, que, confesando adherirse a la fe de Abraham, adoran con nosotros a un Dios único, misericordioso, que juzgará a los hombres en el día postrero. 

Ni el mismo Dios está lejos de otros que buscan en sombras e imágenes al Dios desconocido, puesto que todos reciben de Él la vida, la inspiración y todas las cosas (cf. Hch 17,25-28), y el Salvador quiere que todos los hombres se salven (cf. 1 Tm 2,4). Pues quienes, ignorando sin culpa el Evangelio de Cristo y su Iglesia, buscan, no obstante, a Dios con un corazón sincero y se esfuerzan, bajo el influjo de la gracia, en cumplir con obras su voluntad, conocida mediante el juicio de la conciencia, pueden conseguir la salvación eterna. Y la divina Providencia tampoco niega los auxilios necesarios para la salvación a quienes sin culpa no han llegado todavía a un conocimiento expreso de Dios y se esfuerzan en llevar una vida recta, no sin la gracia de Dios».

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Hasta Fernando Casanova se sube al papamóvil

Fernando Casanova era un pastor protestante pentecostal. Se convirtió al catolicismo en 2003 y fue un predicador católico muy radical por mucho tiempo, apasionando a multitudes con sus testimonios y exposición de las verdades de fe de la Iglesia católica. Pero no pudo abandonar su dialéctica protestante. El protestante absolutiza versículos, quitándolos de todo contexto. Casanova se transformó en un católico obsesivo de textos bíblicos y de la doctrina de la Iglesia, uniéndose a católicos que le hicieron mucho daño, porque no fueron capaces de invitarlo a conocer el Dios del amor, más allá de la Ley. Le dieron más de lo mismo, pero mucho más radical. Ellos tratan de hereje al Papa Francisco, ante la incapacidad de comprender los contextos en los que el Papa toma decisiones. 

Hace pocas semanas Casanova anunció que abandona la Iglesia católica para hacerse luterano. Su obsesión por la absolutización de textos bíblicos lo llevan a estar en una angustiosa búsqueda constante y sin fin. Pero aquel que en los últimos años criticaba ferozmente al Papa afirmando que era incluso “peor que un hereje”, hoy, ya como luterano, se sube al papamóvil del Francisco de los contextos, mencionando con él lo que antes habría combatido con uñas y dientes, afirmando que “nuestras religiones son caminos para llegar a Dios”, para justificar lo que no necesita justificar. En medio de una crisis, lo que era absoluto se torna distinto, porque uno ya lo puede comprender en contextos humanos, reales. Y la teología siempre está relacionada con la vida humana. 

Un teólogo con pensamiento cerrado es mediocre

Como afirma el Papa Francisco (1), a mi entender, de forma muy misericordiosa, la filosofía y la teología solo son fecundas si nos servimos de ellas “con la mente abierta y de rodillas. El teólogo que se complace de su pensamiento concluido es un mediocre. El buen teólogo y filósofo tiene un pensamiento abierto, es decir incompleto siempre abierto al ‘maius’ de Dios y de la verdad, siempre en desarrollo. …Y el teólogo que no reza y que no adora a Dios acaba hundido en el narcisismo más disgustoso. Y esta es una enfermedad eclesiástica, hace mucho daño el narcisismo de los teólogos y de los pensadores”. 

Estemos atentos cuando nos encontremos con pensamientos de teólogos narcisistas que se dedican a la triste tarea de combatir al Papa por default. El Espíritu Santo siempre se encarga de provocarnos para que salgamos de nuestra zona de confort y aprendamos con humildad. Cuando no entendamos por qué el Papa dijo tal o cual cosa, preguntémonos con humildad ¿Cómo me quiere educar el Espíritu Santo a través de estas palabras?, en vez de sumarse a quienes se regocijan desafiándolo y combatiéndolo.

1- Discurso a teólogos, 10 de abril 2014