Al final de la jornada de ayer, 12 de septiembre de 2021, el Papa Francisco se reunió en privado durante 1 y media con 53 hermanos jesuitas de toda Eslovaquia en la Nunciatura Apostólica de Bratislava.
El encuentro con los miembros de la Compañía de Jesús de la Iglesia local es una tradición en los viajes del actual Pontífice. Según informa Vatican News, el Santo Padre escuchó las preguntas de los jesuitas, hizo algunas él mismo, “alentó su misión en una época de secularización y caída de las vocaciones” y “no pareció cansado ni una sola vez, como cuentan los presentes”
Todo ello, a pesar del intenso programa del primer día de su 32º viaje apostólico internacional, que le llevó a presidir la Misa de clausura del 52º Congreso Eucarístico Internacional y distintos actos en Budapest, Hungría, y después a continuar con actividades en la capital de Eslovaquia.
“Un encuentro familiar”
“Ha ido muy bien, en un ambiente de serenidad”, contó el padre Jozef Bartkovjak, jefe de la sección eslovaca de Radio Vaticano Noticias y corresponsal en Bratislava, que estuvo presente en esta cita, descrita como “un encuentro familiar”.
Aunque Francisco acababa de participar en la reunión con el Consejo Ecuménico de las Iglesias de Eslovaquia y todavía no había cenado, “estaba bastante fresco”. “Ya había hecho varias cosas, pero estaba totalmente presente, bromeaba, estaba animado. Nos dio la impresión de que nos habíamos reunido con una persona muy querida, con la que es un placer estar juntos. Una persona a la que conocemos, pero a la que no conocíamos de cerca. Escuchamos sus palabras y pudimos decirle lo que deseamos, lo que hacemos”, relata el padre.
Continuar la misión en Eslovaquia
El Papa animó a los 53 jesuitas presentes, de los 80 que viven en Eslovaquia, a continuar su misión en el país. Esta es llevada a cabo a través de diversos apostolados, con un especial enfoque en la educación y la formación, en una Facultad de Teología y en dos Casas de Ejercicios Espirituales, que permanecieron activas incluso durante los años del régimen comunista.
Esto supone un gran estímulo en los difíciles tiempos actuales, marcados por la pandemia del COVID-19, por la secularización que impregna toda Europa y el descenso de la población y de las vocaciones. “En el pasado”, explica el padre Jozef, “en la Iglesia clandestina durante el régimen comunista, los jesuitas daban formación a los nuevos miembros, casi como un noviciado oculto. De este modo, en nuestra provincia no se saltó ninguna generación, se cubrieron todos los años, incluso durante el comunismo”.
El aliento del Santo Padre
El religioso no niega los grandes retos a los que se enfrentan en este momento, sin embargo, “tener tanto aliento del Papa, que realmente nos hizo sentir su presencia, que apreció lo que hacemos a pesar de las dificultades, nos ayudó a no desfallecer”. “Todos los jesuitas, de hecho”, explicó Bartkovjak, “que vinculan su vocación a la del Sucesor de Pedro sentimos reforzada nuestra identidad. Estar cerca del Papa y no sentir ningún bloqueo fue como una caricia”.
El medio Vaticano señala que el que esta reunión se celebrara con carácter confidencial, a puerta cerrada y sin la presencia de los medios, permitió que fuera aún más libre y familiar. Los asistentes, por su parte, no compartieron el contenido de la misma, pero sí comentaron el estado de ánimo de Su Santidad.
“Como ya he dicho, todo fue muy espontáneo. Los jesuitas presentes, pero también el Santo Padre, formularon varias preguntas. Podíamos hablar de todo, con mucha libertad”. Tras una foto de grupo, el encuentro finalizó y si “el Santo Padre parecía satisfecho”, los jesuitas manifestaron estar “100% satisfechos, de hecho 200% satisfechos”.