Más de 1.800 jóvenes cristianos de siete archidiócesis y más de 60 parroquias se reunieron en Ankawa, Iraq, del 29 de junio al 1 de julio. El Encuentro Juvenil en Ankawa (EJA) congregó a jóvenes y líderes religiosos de la Iglesia católica caldea, la mayor Iglesia cristiana en Iraq.
Este festival juvenil celebrado cerca de Erbil, en el norte kurdo de Iraq, comprende celebraciones eucarísticas, confesión, momentos de meditación, talleres, debates, catequesis y otras formas de educación cristiana.
“Los cristianos en Irak se han enfrentado a muchos desafíos desde ISIS y antes. Miran a la Iglesia como una guia y ayuda a la hora de construir su futuro, lo que hacemos a través del trabajo pastoral y la construcción de estructuras: ahora tenemos seis iglesias, un seminario, varios centros de catequesis, cuatro escuelas, una universidad y un hospital” indica Mons. Bashar Warda, arzobispo de Erbil, en un mensaje enviado a la fundación internacional Aid to the Church in Need (ACN), que ha contribuido a la financiación del encuentro. “Los jóvenes son nuestro futuro, nuestra misión es darles esperanza y un propósito en su vida y en su patria, alimentando su fe y dotándolos de habilidades suficientes para superar los retos que afrontan”, añade el arzobispo.
“Aspiramos a que una generación de jóvenes se convierta en parte de la presencia de la Iglesia iraquí. El Encuentro de Jóvenes en Ankawa es parte importante del cumplimiento de esta esperanza, pues fortalece la fe, forja amistades, elimina el aislamiento y tiene un impacto en sus vidas y en sus familias”.
Yara Khorany es una de las jóvenes participantes del EJA, que ve en el encuentro también una oportunidad para formar a futuros líderes: “Tenemos presentes aquí a toda esta juventud, estos son los jóvenes cristianos de la región y no queremos que se vayan, no queremos que abandonen el país, queremos que permanezcan aquí y que contribuyan a la reconstrucción. Parte de la misión consiste en descubrir a nuevos líderes y nuevo potencial, para que puedan ayudar a la comunidad a recuperarse. La finalidad de este tipo de eventos es demostrar que somos una iglesia viva, que estamos aquí y que no queremos abandonar este lugar”, afirma esta voluntaria de 23 años, que forma parte del equipo encargado de los medios de comunicación del evento.
Detener el éxodo de cristianos
Los cristianos han abandonado Iraq en masa durante las últimas décadas, poniendo en peligro la pervivencia de la comunidad en la región. Aunque la situación actual no sea tan mala como cuando el ISIS dominaba gran parte del país, incluida Mosul, la segunda ciudad más grande, la comunidad cristiana sigue afrontando situaciones difíciles, asegura Yara Khorany: “Todavía persisten aquí dificultades para los cristianos, pues todavía hay cierta persecución a causa de la religión. Sin embargo, todo ha cambiado en el sentido de que ahora la Iglesia se está recuperando, la Iglesia está intentando descubrir su potencial. Tenemos la capacidad de querer e intentar construir, para poder recuperarnos lo antes posible”.
Muchos de los jóvenes y adultos presentes en el encuentro en Ankawa se vieron directamente afectados por los peores años del ISIS, pero Yara Khorany asegura que eso no ha debilitado su fe. Al contrario, “hay un fuerte deseo de quedarse y apoyar a la Iglesia para que el cristianismo no desaparezca de la región”. Sin duda ha habido efectos económicos, sociales y de otro tipo, pero la gente se aferra a la fe cristiana y realmente trata de aplicar los valores cristianos a su vida”.
“Somos gente de paz. Nuestro mensaje es que, pese a las dificultades que hemos experimentado, queremos promover la paz, queremos promover una cultura de convivencia con todas las demás religiones y grupos del país”.
Gracias al Papa y a ACN
Eventos como el EJA anual juegan un papel muy importante a la hora de alimentar al ánimo de la juventud cristiana. En los últimos años ha habido otros momentos álgidos, sobre todo la visita del santo padre a Iraq en 2021. “A veces, cuando todo está oscuro necesitas luz, la visita del Papa lo fue porque demostró que está ahí, que se preocupa y que nos anima a vivir nuestra fe, a pesar de las numerosas penurias y dificultades. Algunos no creían que fuera a suceder. Yo estuve en el acto, y allí había personas que lloraban de alegría porque por fin se hizo realidad esa visita y papa Francisco estaba allí. Fueron realmente momentos de alegría y esperanza”.
ACN lleva muchos años apoyando a la Iglesia iraquí y es uno de los principales contribuyentes a la financiación del EJA, al cubrir más del 70% del coste total previsto. En su mensaje, el obispo Warda hace hincapié en reconocer esta ayuda, asegurando que sin ella el encuentro no habría tenido lugar. Yara Khorani lo confirma: “Insistimos en nuestro deseo de valernos por nosotros mismos, pero sólo podemos hacerlo gracias a la ayuda que estamos recibiendo de ACN, así que muchas gracias por ayudarnos a recuperarnos”.