El día de hoy, en el país, algunos territorios presentan protestas de pobladores que generan una situación de incertidumbre y violencia en dichas localidades. Por tanto, es importante que entendamos cuáles son las características de este tipo de actuación social. Solo a partir de ello, es posible diseñar una solución adecuada para dicha problemática.
Lamentablemente, el fundamento de estas soluciones no surgirá de los estudiosos sociales del país y de Latinoamérica. Cuando hice mi trabajo doctoral, tuve que leer -era una obligación metodológica- a muchos de estos autores latinoamericanos. En ese momento, trabajaba los conceptos de gobernabilidad y gobernanza. Y con pena debo decir que estos autores sociales escribían mucho -tuve que leer muchas páginas-, pero al terminar cada lectura descubría que en todas ellas no se decía nada. No encontré una conceptualización consistente, y menos, una propuesta aplicable. Mucho se reducía a citar a otros autores, -tan insulsos y carentes de aportación como el que leía. Y en toda la lectura, había circunloquios sin una aportación real. Como consecuencia de esto, tuve que concentrarme en autores europeos y americanos. Por eso, al tratar de aportar una solución a la conflictividad actual, deseo fundamentarlo en los trabajos sobre planificación de John Friedman.
Después de un análisis muy exhaustivo, que prácticamente le tomó toda la vida, John Friedman, uno de los científicos más renombrados de la planificación social, concluyó que los problemas sociales de un territorio -una sociedad, una región, un país- se intentan resolver con cuatro modelos fundamentales de solución. Además, él encontró que estos modelos se caracterizaban por el modo como los distintos actores sociales del territorio interactuaban entre sí en la solución planteada. Y de este modo, expuso que esas distintas soluciones dependían del protagonismo que podían tener cada uno de los cuatro actores sociales del territorio: la Administración Pública, el Ámbito Político, el Sector Privado o Empresarial y la Población Local.
A la solución que se caracteriza por el protagonismo de la Administración Pública, Friedman la llamó Reforma Social; a aquella que tiene como protagonista a la Autoridad Política elegida democráticamente, la llamó Análisis de Políticas; a la que tiene al Sector Privado o Empresarial como protagonista, Aprendizaje Social; y finalmente, a aquella que tiene como protagonista a la Población Local, la denominó Movilización Social.
Por tanto, la conflictividad que se vive en varios territorios del sur de país corresponde a lo que Friedman ha denominado Movilización Social. Y según él, esta movilización de la población se caracteriza por: ser un movimiento local; por contar con un apoyo grande de la población; porque tiende a la confrontación violenta; y porque entre los pobladores que protestan no existe un conocimiento uniforme con relación a los motivos de la protesta.
En consecuencia, al tener estas características, las Movilizaciones Sociales pueden ser fácilmente manipuladas por un grupo de pobladores locales, o incluso, de extraños, que buscan un interés particular. Para hacerlo, solo deben ganar -de alguno modo- la confianza de dicha población. Y esto se puede dar por el ascendiente que tengan algunos de ellos; porque acusan a un tercero de ser el causante de un problema que afecta a la población; o porque ellos toman la iniciativa y prometen mejoras al resto, que han optado por una actitud pasiva. Por ejemplo, esta ha sido una práctica frecuente en el sector de la construcción en nuestro país. Hay un grupo de delincuentes que promueven o simulan este tipo de movilizaciones para exigir a las empresas constructoras les paguen unos cupos para dejarlas operar. Estos grupos suelen presentarse a las empresas como representantes de la población, incluso, en ocasiones, cuentan con el apoyo de parte de ella, pero realmente, solo actúan buscando su propio interés.
Ahora bien, ¿Cómo se resuelve el conflicto que plantean las Movilizaciones Sociales que son promovidas por grupos ideológicos, delincuenciales o locales que solo buscan su propio interés? La clave está en cortar la representatividad que dicho grupo dice tener de la población. Como estos grupos buscan su interés, no tienen una preocupación real por el beneficio del resto de la población; y por tanto, sus actividades terminarán afectando negativamente, tarde o temprano, a los pobladores que ellos dicen representar.
En consecuencia, la estrategia de solución debe buscar el acercamiento y la coordinación con otras asociaciones de pobladores que existan en las localidades afectadas. Es necesario, trabajar con las madres del vaso de leche, con las asociaciones de los puestos de mercado, con la asociación de padres de familia del colegio local, con las asociaciones de ronderos locales, con las juntas vecinales… Es decir, con las organizaciones de pobladores de las localidades afectadas por la Movilización Social.
No debe olvidarse que la población organizada es un actor político importante en el territorio, y por tanto, el mejor aliado para desterrar de ese territorio las ideologías que buscan un interés particular. Aunque estas provengan de autoridades políticas elegidas democráticamente o de grupos sociales que están en el territorio, una población local a favor del entendimiento y la paz es mucho más poderosa. Los conflictos sociales no son, por tanto, un problema sin solución; lo tienen, pero su solución supone siempre una coordinación directa con la población local.