“Os invito, a rezar, delante del pesebre” dijo el Papa Francisco después de la oración del Ángelus de este domingo, 11 de diciembre de de 2022, a los peregrinos y fieles reunidos en la Plaza de San Pedro.
Estas fueron las palabras del Papa después de la oración mariana, ofrecidas por la Oficina de Prensa de la Santa Sede:
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Palabras del Papa
¡Queridos hermanos y hermanas!
Ayer en Barbacena en Brasil, fue beatificada Isabel Cristina Mrad Campos. Esta joven fue asesinada en 1982 a los veinte años, por odio a la fe, por haber defendido su dignidad de mujer y el valor de la castidad. Su heroico ejemplo pueda estimular a los jóvenes a dar un testimonio de fe y de adhesión al Evangelio. ¡Un aplauso a la nueva Beata!
Sigo con dolor y preocupación las noticias que llegan de Sudán del Sur, sobre los violentos enfrentamientos en los días pasados. Rezamos al Señor por la paz y la reconciliación nacional, para que cesen los ataques y los civiles siempre sean respetados.
Hoy se celebra la Jornada Mundial de la Montaña, que invita a reconocer la importancia de este maravilloso recurso para la vida del planeta y de la humanidad. El tema de este año – “Las mujeres mueven las montañas” – es verdad, ¡las mujeres mueven las montañas! – nos recuerda el rol de las mujeres en el cuidado del ambiente y en el custodiar las tradiciones de las poblaciones de montaña. De la gente de montaña aprendemos el sentido de comunidad y el caminar juntos.
Os saludo a todos vosotros, que habéis venido de Roma, de Italia y de tantas partes del mundo. En particular saludo a los fieles de Barcelona, Valencia, Alicante, Beirut, El Cairo, y los de México y Polonia. Saludo la Comunidad católica tanzana en Italia; los grupos parroquiales de Terni, Panzano en Chianti, Perugia, Nozza de Vestone; el coro de los Alpini de Roma; y los representantes de los ciudadanos que viven en las áreas más contaminadas de Italia, deseando una justa solución a sus graves problemas y a las enfermedades que vienen de este ambiente contaminado.
Y quisiera enviar un cordial saludo a los detenidos de la cárcel “Due Palazzi” de Padua: ¡os saludo con afecto!
Y ahora bendigo los “Niños Jesús”, es decir las figuras del Niño Jesús que vosotros, queridos niños y muchachos, habéis traído aquí y que después, al volver a casa, pondréis en el pesebre. Os invito a rezar, delante del pesebre, para que la Navidad del Señor lleve un rayo de paz a los niños del mundo entero, especialmente a los que están obligados a vivir los días terribles y oscuros de la guerra, esta guerra en Ucrania que destruye tantas vidas, tantas vidas, y tantos niños. La bendición de los Niños Jesús… [les bendice].
Os deseo a todos un feliz domingo y un buen camino hacia la Navidad de Jesús. Por favor, no os olvidéis de rezar por mí. Buen almuerzo y hasta pronto.