Tras el rezo del Ángelus de hoy, 29 de agosto de 2021, el Papa Francisco ha realizado “un llamamiento a todos para que se intensifique la oración y se practique el ayuno” por Afganistán.
“En momentos históricos como este no podemos permanecer indiferentes, la historia de la Iglesia nos lo enseña. Como cristianos, esta situación nos compromete”, apuntó en este sentido. “Oración y ayuno, oración y penitencia. Este es el momento de hacerlo. Hablo en serio: intensificar la oración y practicar el ayuno, pidiendo al Señor misericordia y perdón.”, insistió.
Previamente, el Santo Padre había indicado que sigue la situación en Afganistán “con gran preocupación” y que comparte “el sufrimiento de quienes lloran por las personas que perdieron la vida en los atentados suicidas del pasado jueves, y de quienes buscan ayuda y protección”. Asimismo, encomienda “a los fallecidos a la misericordia de Dios Todopoderoso y da las gracias “a quienes trabajan para ayudar a las personas que han sido tan probadas, especialmente las mujeres y los niños”, pidiendo a todos que “sigan ayudando a los necesitados y que recen para que el diálogo y la solidaridad lleven a la instauración de una convivencia pacífica y fraterna y ofrezcan esperanza para el futuro del país”.
Asimismo, el Papa mostró su cercanía con los habitantes del Estado venezolano de Mérida, “afectada en los últimos días por inundaciones y deslizamientos de tierra. Rezo por los difuntos y sus familias y por todos los que sufren a causa de esta calamidad”.
También envió un saludo a los miembros del Movimiento Laudato Si’. “Gracias por vuestro compromiso con nuestra casa común, particularmente con motivo de la Jornada Mundial de Oración por la Creación y el posterior Tiempo de la Creación. El grito de la Tierra y el grito de los pobres son cada vez más graves y alarmantes, y requieren una acción decisiva y urgente para convertir esta crisis en una oportunidad.”.
Finalmente, saludó “a todos vosotros, romanos y peregrinos de varios países”, nombrando a algunos grupos en particular.
A continuación, sigue el texto completo de las palabras del Santo Padre después del rezo del Ángelus ofrecidas por la Oficina de Prensa de la Santa Sede.
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Queridos hermanos y hermanas:
Sigo con gran preocupación la situación en Afganistán y participo del sufrimiento de quienes lloran por las personas que perdieron la vida en los atentados suicidas que se produjeron el jueves pasado, y de quienes buscan ayuda y protección. Encomiendo los muertos a la misericordia de Dios Todopoderoso y doy las gracias a quienes están trabajando para ayudar a esa población tan probada, especialmente a las mujeres y a los niños. Les pido a todos que sigan ayudando a los necesitados y que recen para que el diálogo y la solidaridad conduzcan al establecimiento de una convivencia pacífica y fraterna y ofrezcan esperanza para el futuro del país. En momentos históricos como este no podemos permanecer indiferentes, la historia de la Iglesia nos lo enseña. Como cristianos, esta situación nos compromete. Por eso hago un llamamiento a todos para que se intensifique la oración y se practique el ayuno. Oración y ayuno, oración y penitencia. Este es el momento de hacerlo. Hablo en serio: intensificar la oración y practicar el ayuno, pidiendo al Señor misericordia y perdón.
Estoy cerca de la población del estado venezolano de Mérida, afectada en los últimos días por inundaciones y deslizamientos de tierra. Rezo por los difuntos y sus familias y por todos los que sufren a causa de esta calamidad.
Dirijo un cordial saludo a los miembros del Movimiento Laudato Si’. Gracias por vuestro compromiso con nuestra casa común, particularmente con motivo de la Jornada Mundial de Oración por la Creación y el posterior Tiempo de la Creación. El grito de la Tierra y el grito de los pobres son cada vez más graves y alarmantes, y requieren una acción decisiva y urgente para convertir esta crisis en una oportunidad.
Os saludo a todos vosotros, romanos y peregrinos de varios países. En particular, saludo al grupo de novicios salesianos y a la comunidad del Seminario Episcopal de Caltanissetta. Saludo a los fieles de Zagreb y a los del Véneto; al grupo de alumnos, padres y profesores de Lituania; a los chicos de la Confirmación de Osio Sotto; a los jóvenes de Malta que están llevando a cabo un itinerario vocacional, a los que han hecho un camino franciscano de Gubbio a Roma y los que inician un Via lucis con los pobres en las estaciones de tren.
Dirijo un saludo especial a los fieles reunidos en el Santuario de Oropa para la fiesta de la coronación de la estatua de la Virgen Negra. Que la Santísima Virgen acompañe el camino del pueblo de Dios por la senda de la santidad.
Os deseo a todos un feliz domingo. Por favor, no os olvidéis de rezar por mí. ¡Buen almuerzo y hasta pronto!