El 14 de enero de 2025, el Papa Francisco dio a conocer su mensaje para la XXXIII Jornada Mundial del Enfermo, cuyo tema central es “Cuidémonos unos a otros”, inspirado en las palabras de San Pablo: “El amor de Cristo nos apremia” (2 Cor 5,14). Este llamado universal invita a vivir la compasión como expresión concreta de la fe cristiana y a reforzar el cuidado mutuo, especialmente hacia los más vulnerables.
En su discurso, el Santo Padre subrayó la importancia de comprender la enfermedad no solo como un momento de fragilidad, sino como una oportunidad para fortalecer los lazos de solidaridad. “Cuando cuidamos a un enfermo, estamos reconociendo el rostro de Cristo en su sufrimiento”, afirmó. De esta manera, el Papa resaltó la centralidad de la atención humana, reconociendo la dignidad de cada persona incluso en los momentos más difíciles.
La figura del buen samaritano
Francisco destacó la parábola del buen samaritano como modelo de compasión activa. Señaló que, como aquel hombre que se detuvo a ayudar a un desconocido herido en el camino, todos estamos llamados a ser testigos del amor misericordioso de Dios. “El sufrimiento nunca debe ser enfrentado en soledad; debemos construir comunidades solidarias, capaces de acompañar y sostener a quienes sufren”, expresó.
Reconocimiento a los profesionales y cuidadores
El mensaje del Papa también incluyó palabras de gratitud y ánimo para los profesionales de la salud, voluntarios y familiares que acompañan a los enfermos. “Son ellos quienes, con su dedicación diaria, iluminan la vida de quienes enfrentan la enfermedad. Su entrega es un testimonio de que el amor puede transformar cualquier realidad”, dijo.
Un llamado a toda la Iglesia
Francisco recordó que la Iglesia tiene una misión esencial en el cuidado de los enfermos. Insistió en la necesidad de fortalecer los servicios pastorales en hospitales y hogares, promoviendo espacios donde se respete la dignidad y se ofrezca consuelo espiritual. También instó a los fieles a ser agentes activos de esperanza: “Nadie debería sentirse abandonado en su sufrimiento. Todos podemos hacer algo, aunque sea pequeño, para aliviar el dolor de los demás”.
En su mensaje, el Papa Francisco invita a reflexionar sobre cómo vivimos la compasión y el amor cristiano en nuestra vida cotidiana. La Jornada Mundial del Enfermo 2025 se presenta como una oportunidad para renovar nuestro compromiso con el cuidado del prójimo, especialmente de los más débiles.
En palabras del Santo Padre: “El amor que recibimos de Dios nos impulsa a salir al encuentro de los demás, especialmente de quienes más lo necesitan. No tengamos miedo de ser samaritanos hoy”.
Este mensaje nos recuerda que, al cuidar a los enfermos, encontramos no solo un acto de servicio, sino una forma de vivir la fe con autenticidad.
Puede leer el mensaje completo aquí.