Tras un breve saludo y agradecimiento a los benefactores de la Casa Santa Marta, el Papa se trasladó a la zona del pequeño centro deportivo para los hijos de los empleados, recientemente construido y dedicado a San José. A su llegada hubo primero un breve encuentro con los animadores y después el Papa entabló conversación con los niños y jóvenes que participan en el centro de verano.
En respuesta a sus preguntas y discursos, inspirados en el camino de reflexión y actividades que están siguiendo estos días, el Papa Francisco habló del valor de la familia, de los padres, de la relación con los abuelos, les exhortó a trabajar por la paz, porque «hacer la paz es lo más hermoso de la vida», y a prepararse para el próximo jubileo «con espíritu de alegría».
Finalmente, tras un momento de oración, los niños y jóvenes lanzaron al aire, todos juntos, globos de colores, de caucho natural, biodegradables, cada uno con las palabras del Papa escritas: «Para ti, querido niño, para ti, querida niña, eres preciosa a los ojos de Dios», con el deseo de que el mensaje llegue al mayor número de personas posible.
El encuentro concluyó con un agradecimiento del Papa a los niños, por su alegría, y a todos los implicados en la realización de la iniciativa.