Tal como lo había anunciado ayer la Oficina de Prensa de la Santa Sede, la mañana de este viernes, 16 de junio, el Papa Francisco fue dado de alta del Hospital Gemelli de Roma, donde se encontraba hospitalizado desde hace más de una semana para someterse a una laparotomía y a una cirugía plástica de la pared abdominal con prótesis.
Acción de gracias en Santa María La Mayor
Después de los últimos controles médicos, por parte del personal que seguía la convalecencia del Santo Padre, se informaba que el “curso clínico de recuperación se ha desarrollado sin complicaciones”. Por ello, el Pontífice fue dado de alta y antes de regresar a la Casa Santa Marta en el Vaticano se dirigió a la Basílica de Santa María La Mayor para agradecer, en oración ante el icono de la Salus Populi Romani, a la Virgen María por su salud.
El Papa también había visitado la Basílica Mariana después de las dos anteriores hospitalizaciones: el 1 de abril de 2023, cuando había sido hospitalizado a causa de una infección en las vías respiratorias y el 14 de julio de 2021, después de una operación de estenosis diverticular.
El Papa reinicia con sus actividades
Por su parte, la Oficina de Prensa de la Santa Sede informó que el Santo Padre “antes de regresar al Vaticano, poco después de las 10:00 de la mañana, se detuvo para una breve visita privada a las Religiosas del Instituto María Santísima Bambina, reunidas para su capítulo general, y, afuera de la ‘Entrada Perugino’ de la Ciudad del Vaticano, se detuvo para saludar a la policía y al personal militar para agradecerles por su servicio”.
Asimismo, la Oficina de Prensa dio a conocer que, las actividades del Papa Francisco para los próximos días “están confirmados”. Por tanto, el Pontífice dirigirá la oración del Ángelus de este domingo y las audiencias privadas también están confirmadas para los próximos días, “excepto la Audiencia General del miércoles 21 de junio, que se cancela para salvaguardar la recuperación postoperatoria del Santo Padre”.
Dolor por el naufragio en Grecia
Entre saludos y aclamaciones: «¡Santo Padre, Santo Padre!», Francisco logra expresar un pensamiento sobre el reciente y dramático naufragio en Grecia, que se ha cobrado la vida de más de 80 personas. Ayer el Pontífice ya había enviado un telegrama para compartir su dolor, hoy con un hilo de voz y el rostro sombrío susurra: «Tanto, tanto dolor».
Palabras del cirujano Alfieri: «El Papa está bien»
Con los periodistas en el Hospital Gemelli, el doctor Alfieri se detiene a hacer algunas bromas y no se intimida ante las diversas preguntas. «El Papa ha confirmado todos los viajes», el de Lisboa para la JMJ y también Mongolia a finales de agosto. «Al contrario», subraya el especialista, «podrá afrontarlos mejor que antes porque ahora ya no tendrá las molestias de dolencias anteriores. Será un Papa más fuerte».
Alguien pregunta cómo continuará su convalecencia, y el cirujano, con un poco de ironía, responde enseguida: «¡Pero si no convalece, ya ha empezado a trabajar!». La referencia es a las «actividades laborales» que han marcado, junto con la oración y la lectura, los días de su hospitalización. «Le pedimos que hiciera un poco de convalecencia, estoy seguro de que esta vez nos escuchará un poco más porque tiene citas importantes por delante y ya ha dicho personalmente que las cumplirá todas, incluidos los viajes», vuelve a decir Alfieri.
Gratitud al equipo médico del Gemelli
Ayer, él y todo el personal del Hospital Gemelli tuvieron un momento privado con el Papa, que les agradeció su atención y dedicación. «El Santo Padre quiso dar las gracias a todo el personal de enfermería, a todo el personal sanitario, a todos los médicos», cuenta el cirujano. «Quiso dar las gracias a toda la dirección, porque cuando el Papa viene aquí todo el hospital sigue trabajando, nadie se queda atrás….». También tuvo una conversación personal con uno de nuestros colegas que no se encuentra bien, un momento muy emotivo que se suma al que vivió en el hospital pediátrico». Una foto de este momento había sido difundida ayer por la Oficina de Prensa del Vaticano y mostraba a Francisco bajo un crucifijo atento a hablar con una pareja.