El Papa Francisco concluye su viaje apostólico y regresa a Roma

Vatican Media

En perfecto horario y con el cielo parcialmente nublado, el vuelo A350 de Singapur Airlines despegó a las, llevando de regreso a Roma en un vuelo que sobrevuela Singapur, Indonesia, Malasia, Tailandia, Birmania, India, Pakistán, Afganistán, Tayikistán, Uzbekistán, Turkmenistán, Azerbaiyán, Georgia, Turquía, Grecia, Albania llegando Italia y que cubre un cuarto del mundo.

Concluye así el histórico viaje de 12 días que comenzó el 2 de septiembre y que lo vio peregrinar en cuatro países del Sudeste Asiático, Indonesia, Papúa Nueva Guinea, Timor Este y Singapur, alentando a los fieles católicos a continuar su camino y a confirmarlos en la fe, invitando al diálogo, condenando la manipulación política de la religión y la violencia en su nombre e invitando a defender la creación.

En Singapur su última jornada comenzó con el Card. William Seng Chye Goh, sacerdotes y personas consagradas en el lugar donde el Pontífice se ha alojado estas últimas noches, y del que se despidió saludando a todos los presentes.

Sin olvidar que después el Pontífice fue al Hogar Santa Teresa, donde llevó su consuelo a un grupo de ancianos y enfermos, entre los cuales arzobispo emérito de Singapur, Nicholas Chia Yeck Joo, tres sacerdotes y una monja.

Entretanto el evento central de esta mañana fue el encuentro interreligioso con los jóvenes en el Catholic Junior College que también es residencia preuniversitaria.

Todos ellos con banderas hicieron sentir con aplausos y coros de estadio su cercanía. Allí fue recibido por el cardenal arzobispo de Singapur, el ministro de Cultura, algunos jóvenes que le colocaron una guirnalda de flores.

El cardenal William Goh recordó el trabajo con otras religiones, los encuentros entre jóvenes: «Singapur se esfuerza por ser un ícono de la armonía interreligiosa en el mundo», dijo. Dieron su testimonio una joven hindú, otro sikh y uno católico.


“Estoy feliz por pasar la última mañana de mi visita en Singapur con vosotros, entre tantos jóvenes, reunidos en unidad y amistad. ¡Este es un momento precioso para el diálogo interreligioso!”, en este lugar que “llama a la unidad en la diversidad”, les dijo a ellos el Papa.

A los jóvenes les recomendó «tres palabras que pueden acompañarnos a todos en este camino de unidad: valentía, compartir y discernimiento».

Coraje para “mantener una actitud valiente y promover un espacio donde los jóvenes pueden entrar y hablar»; compartir porque «hay muchos debates sobre el diálogo interreligioso… no siempre exitosos». Sin embargo, lo que «derriba muros y acorta distancias no son tanto las palabras, los ideales y las teorías, sino sobre todo la práctica humana de la amistad, del encuentro, del mirarse a los ojos». Y a quienes frecuentan mucho el mundo digital “a veces las diferencias culturales y religiosas se utilizan de manera polarizada e ideológica y nos sentimos divididos y distantes de los que son diferentes, simplemente porque estamos influenciados por clichés y ciertos prejuicios que también encuentran espacio en las redes sociales».

“Por último, el discernimiento: un “arte espiritual” que es más necesario que nunca “ante los desafíos de la inteligencia artificial”, y que permite también “poder captar la verdad oculta, a veces enmascarada por muchas ilusiones o noticias falsas”.

“Sigan por este camino, sigan soñando y construyendo un mundo fraterno, cultiven la unidad aprovechando la riqueza de vuestras religiones. Y a los jóvenes cristianos les recordó: «el Evangelio se concentra en el amor de Dios por cada uno de nosotros, un amor que nos invita a ver en el rostro de todos los demás a un hermano al que amar» les dijo el Santo Padre

El encuentro concluyó con la lectura de un llamamiento al compromiso por la unidad y la esperanza y con un momento de oración en silencio.

A continuación, el papa Francisco saludó a los 10 líderes de otras religiones presentes en el encuentro y se dirigió al aeropuerto Singapur para partir Roma, donde se espera su llegada alrededor de las 18:30. hora local.