En su 46º viaje apostólico internacional, el Papa Francisco aterrizó en el aeropuerto internacional de Luxemburgo-Findel a las 10:00 horas, acompañado por cerca de 60 periodistas. Durante el vuelo, el Papa saludó personalmente a los reporteros, corresponsales, cámaras y fotógrafos que le acompañan, agradeciéndoles su compañía y servicio.
Encuentro con Periodistas en el Vuelo
A bordo del avión de Ita Airways, el Papa Francisco expresó su gratitud a los periodistas, reconociendo su papel en la cobertura de su viaje. Aunque no pudo realizar la tradicional ronda de saludos por el avión debido a la apretada agenda, Francisco bromeó: “Lo siento, no me siento con fuerzas para hacer el ‘viaje’… Gracias”.
Un Regalo Especial de Senegal
Entre los regalos recibidos por el Papa, destacó una bolsa de tela senegalesa, confeccionada por niños de la Fundación Buen Samaritano, entregada por la periodista española Eva Fernández. Esta bolsa contenía cartas de migrantes en las Islas Canarias, quienes compartieron sus dramáticas historias de migración. Los migrantes, a través de estas misivas, expresaron su gratitud y esperanza, sabiendo que sus historias llegaban a las manos del Pontífice.
Historias de Migración
Las cartas incluían relatos conmovedores como el de Michel, un menor senegalés que viajó durante siete días sin ropa de repuesto, y el de Ousseynou, quien vio morir de sed a varias personas durante su viaje. Ousmane, otro senegalés, compartió sus experiencias en forma de poesía, mientras que Bright, un nigeriano, relató su odisea desde la persecución política hasta su llegada a Europa. Abibo Danfá, de Guinea Bissau, uno de los pocos cristianos en Canarias, describió su difícil travesía y los motivos que lo llevaron a buscar una nueva vida en Europa.
Compromiso del Papa con los Migrantes
El Papa Francisco ha mostrado un interés constante por la situación de los migrantes, manifestando su deseo de visitar las Islas Canarias, un punto crítico de llegada para muchos de ellos. La atención del Papa a estas historias resalta su compromiso con los más vulnerables y su deseo de llevar consuelo y esperanza a quienes sufren.
En este viaje a Luxemburgo y Bélgica, el Papa Francisco continúa su misión de acercarse a nuevas realidades y rostros, llevando un mensaje de esperanza y gratitud. Las historias de los migrantes reflejan tanto los desafíos como la resiliencia de aquellos que buscan un nuevo comienzo, y la atención del Papa a sus voces subraya la importancia de la solidaridad y el apoyo mutuo en tiempos de crisis.