El limosnero del Papa, el cardenal Konrad Krajewski, viajó a Lviv, Ucrania, por segunda vez en este mes para con “una ambulancia donada y bendecida por el Papa Francisco en los últimos días”, el sábado 26 de marzo, informó a los periodistas Matteo Bruni, director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede.
El cardenal Krajewski regresó a Roma ese día por la mañana desde el Santuario Mariano de Fátima, donde el viernes por la tarde presidió el Acto de Consagración al Corazón Inmaculado de María de la humanidad, y en particular de los pueblos de Rusia y Ucrania. El Papa Francisco, hizo lo mismo desde la basílica de San Pedro unido a todos los obispos del mundo.
Este vehículo sanitario será entregado a las autoridades de la ciudad, que lo pondrán en servicio en las zonas más necesitadas. “La ambulancia donada es una señal concreta de ayuda a la población, cuyo número ha aumentado mucho debido a la llegada de muchos desplazados internos”, apunta Vatican News.
De acuerdo a la misma fuente, antes de partir, el cardenal Krajewski expuso a los medios de comunicación del Vaticano que había pedido a la Virgen de Fátima que protegiera a Ucrania, así como por la misión que emprende al volver a Ucrania a petición del Papa Francisco.
“Iré con el corazón lleno de esperanza”, apuntó el cardenal al rezar el día 25 de marzo ante unos 15 mil fieles en el santuario de Fátima, entre los que se encontraba el presidente de Portugal, Marcelo Nuno Rebelo de Sousa.
“Todo el pueblo rezó conmigo la oración del Papa”, indicó el purpurado. “Un grito por la paz” surgió en Fátima, continúa, y agregó que “con fe la guerra puede parar, y con toda mi fe voy a Ucrania para experimentar las consecuencias concretas del Acto de entrega a María”.