El Papa Francisco, después de la oración del Regina Coeli de este domingo, 23 de abril de 2023, confió a las oraciones de los fieles su próximo viaje apostólico, que realizará a Hungría del 28 al 30 de abril. Serán tres días de visita al centro de Europa, en donde el desplazamiento de personas plantea urgentes cuestiones humanitarias.
Estas fueron las palabras del Papa después de la oración mariana, ofrecidas por la Oficina de Prensa de la Santa Sede:
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Palabras del Papa
Queridos hermanos y hermanas:
Ayer, en París, fueron beatificados Enrique Planchat, sacerdote de la Congregación de San Vicente de Paúl; y Ladislao Radigue y tres compañeros sacerdotes de la Congregación de los Sagrados Corazones de Jesús y María. Pastores animados por el celo apostólico, están unidos en el testimonio de la fe hasta el martirio, que padecieron en París en 1871 durante la llamada Comuna de París. ¡Un aplauso para los nuevos beatos!
Ayer se celebró la Jornada Mundial de la Tierra. Espero que el compromiso por el cuidado de la creación vaya siempre unido a una solidaridad efectiva con los más pobres.
La situación en Sudán sigue siendo grave, desgraciadamente; por eso, renuevo mi llamamiento para que cese cuanto antes la violencia y se retome la vía del diálogo. Invito a todos a rezar por nuestros hermanos y hermanas sudaneses.
Hoy se celebra la 99ª Jornada de la Universidad del Sacro Cuore, sobre el tema “Por amor al conocimiento. Los desafíos del nuevo humanismo”. Le deseo al mayor Ateneo católico italiano que afronte estos desafíos con el espíritu de los fundadores, en especial de la joven Armida Barelli, proclamada Beata hace un año.
El próximo viernes viajaré a Budapest, en Hungría, donde estaré tres días para completar el viaje que realicé en 2021 con ocasión del Congreso Eucarístico Internacional. Será una oportunidad para volver a abrazar a una Iglesia y a un pueblo muy queridos. Será también un viaje al centro de Europa, sobre la que siguen soplando gélidos vientos de guerra, mientras que los desplazamientos de tantas personas ponen en el orden del día urgentes cuestiones humanitarias. Pero ahora deseo dirigirme con afecto a vosotros, hermanos y hermanas húngaros, a la espera de visitaros como peregrino, amigo y hermano de todos, y de saludar, entre otros, a vuestras autoridades, a los obispos, los sacerdotes, los consagrados, los jóvenes, los universitarios y los pobres. Sé que estáis preparando con mucho esfuerzo mi visita: os lo agradezco de corazón. Pido a todos que me acompañen con la oración en este viaje.
Y no olvidemos a nuestros hermanos y hermanas ucranianos, todavía afligidos por la guerra.
Os saludo cordialmente a todos vosotros, romanos y peregrinos de Italia y de muchos países -veo tantas banderas de tantos países-, especialmente a los de Salamanca y a los estudiantes de Albacete, así como a la agrupación Veneto-Trentina del Cuerpo de Socorro de la Orden de Malta.
Saludo a los fieles de Ferrara, Palermo y Grumello del Monte; a la comunidad de la Escuela Diocesana de Lodi; a los jóvenes de diversos pueblos de las diócesis de Alba, Bérgamo, Brescia, Como y Milán; a los jóvenes de Confirmación de muchas parroquias italianas; a los alumnos del Instituto Sagrado Corazón de Cadoneghe; a la cooperativa “Volœntieri” de Casoli y al grupo “Mototurismo” de Agna.
Os deseo a todos un feliz domingo; y, por favor, no os olvidéis de rezar por mí. ¡Buen almuerzo y hasta la vista!