El Papa Francisco lamenta el asesinato de 2 religiosos jesuitas, “mis hermanos”, y de un laico el pasado 20 de junio en México, y recuerda que “la violencia no resuelve los problemas, sino que aumenta los sufrimientos innecesarios”.
Lo ha hecho durante la audiencia general de hoy, 22 de junio de 2022, en la que ha meditado sobre el diálogo entre Jesús resucitado y Pedro al final del Evangelio de Juan (21,15-23).
“Expreso también mi dolor y consternación por el asesinato en México, anteayer, de dos religiosos jesuitas, mis hermanos, y de un laico. ¡Cuántos asesinatos en México! Estoy cercano con el afecto y la oración a la comunidad católica afectada por esta tragedia. Una vez más, repito que la violencia no resuelve los problemas, sino que aumenta los sufrimientos innecesarios”, fueron las palabras del Santo Padre.
Murieron intentando defender a un hombre
El padre jesuita Ismael Barcena informó que el día 20 de junio los sacerdotes “fueron asesinados en el contexto de violencia que vive este país, luego de intentar defender a un hombre que buscaba refugio en el templo y que era perseguido por una persona armada”.
El padre Arturo Sosa, prepósito general de la Compañía de Jesús, por su parte, expresó: “Estoy conmocionado y entristecido por esta noticia. Mis pensamientos y oraciones están con los jesuitas en México y sus familias. Tenemos que detener la violencia en nuestro mundo y tanto sufrimiento innecesario”.
Por otro lado, los jesuitas de México condenan en un comunicado el homicidio y exigen “justicia y la recuperación de los cuerpos de nuestros hermanos que fueron sustraídos del templo por personas armadas”.
Del mismo modo, demandan que de forma inmediata “se adopten todas las medidas de protección para salvaguardar la vida de nuestros hermanos jesuitas, religiosas, laicos y de toda la comunidad de Cerocahui”.
Los jesuitas indican que “hechos como estos no son aislados. La sierra tarahumara, como muchas otras regiones del país, enfrenta condiciones de violencia y olvido que no han sido revertidas. Todos los días hombres y mujeres son privados arbitrariamente de la vida, como hoy fueron asesinados nuestros hermanos”.
“Al denunciar lo ocurrido hacemos notar también el dolor que vive nuestro pueblo por la violencia imperante y nos solidarizamos con tantas personas que padecen esta misma situación, sin que su sufrimiento suscite empatía y atención pública”, añade el comunicado.
“Confiamos que los testimonios de vida cristiana de nuestros queridos Javier y Joaquín sigan inspirando a hombres y mujeres a entregarse en el servicio a los más desprotegidos”, concluyen.