El Papa Francisco agradece a “la gran familia Gemelli”, su “acogida fraternal y una atención cordial, que me han hecho sentir en casa” en un carta dirigida al profesor Carlo Fratta Pasini, presidente del Consejo de Administración de la Fundación Policlínico Universitario “Agostino Gemelli” de Roma.
El Santo Padre fue ingresado en el Políclino Gemelli en la tarde del 4 de julio de 2021. Allí se sometió a una intervención quirúrgica programada para abordar una estenosis diverticular confirmada. El 14 de julio, en torno a las 10:30 horas, Francisco fue dado de alta y se dirigió a la basílica de Santa María la Mayor donde, según la Oficina de Prensa de la Santa Sede, ante el icono de la Virgen María Salus populi romani, “agradeció el éxito de su intervención quirúrgica y elevó una oración por todos los enfermos, especialmente por los que había encontrado durante su estancia en el hospital”
“Al volver de mi estancia en el hospital, siento el deseo de dirigirle un pensamiento agradecido y afectuoso a usted y, a través de usted, a todos los que forman la gran familia Gemelli. Como en una familia, he experimentado una acogida fraternal y una atención cordial, que me han hecho sentir en casa”, comienza la misiva del Papa.
Cuidado del cuerpo y del corazón
El Pontífice comparte cómo “pude comprobar por mí mismo lo esenciales que son la sensibilidad humana y la profesionalidad científica en la atención sanitaria. Ahora llevo en mi corazón tantos rostros, historias y situaciones de sufrimiento”. Y sostiene que el Hospital Gemelli “es realmente una pequeña ciudad dentro la urbe, donde miles de personas acuden cada día a depositar sus esperanzas y preocupaciones”.
En este centro hospitalario, continúa, “además del cuidado del cuerpo, se da, y ruego que siempre se dé, también la del corazón, a través de un cuidado personal integral y atento, capaz de infundir consuelo y esperanza en los momentos de prueba”. Asimismo, en este sentido, el Sucesor de Pedro subraya que “lo que cada uno de ustedes hace no es sólo un trabajo delicado y laborioso. Es una obra de misericordia que, a través de los enfermos, entra en contacto con la carne herida de Jesús”.
Finalmente, se muestra agradecido por “haberlo visto, guardarlo dentro de mí y llevarlo al Señor” y, renovando su gratitud, envía su bendición apostólica a “todos los que forman la familia del Policlínico Gemelli”, pidiéndoos que sigan “rezando por mí”.