El viernes, en el segundo día de su viaje apostólico a Bélgica, el Papa Francisco se trasladó de Bruselas a Lovaina para encontrarse con los profesores universitarios de este país de la Unión Europea.
El encuentro tuvo lugar en la Universidad Católica de Lovaina, que este año celebra su 600 aniversario.
En su discurso, el Papa reflexionó sobre la necesidad de que las universidades católicas ofrezcan una formación integral a los estudiantes, para que puedan aprender a interpretar el presente y planificar el futuro.
Las universidades, dijo, impulsan la búsqueda de ideas e inspiración, ya que la formación cultural nunca es algo estático.
“Es un gran logro ver a las universidades como generadoras de cultura e ideas,” añadió, “pero sobre todo como promotoras de la pasión por buscar la verdad, al servicio del progreso humano.”
En su misión de llevar el Evangelio a la cultura, las universidades católicas deben “expandir los límites del conocimiento,” creando un “espacio crítico que comprenda y hable sobre la vida.”
El Papa Francisco señaló que nuestra sociedad moderna parece rehusarse a buscar la verdad y ha perdido la pasión por la búsqueda, buscando solo el confort que termina igualando y relativizando todo.
Esta perspectiva resulta en un “cansancio intelectual” que nos encierra en nosotros mismos.
“También existe el peligro de sentirse atraído por una ‘fe’ fácil, sin esfuerzo y cómoda, que no cuestiona nada,” añadió.
Otro tipo de frontera que debe superarse, dijo el Papa, se refiere a un “racionalismo sin alma” que reduce todo a lo material y visible.
“De esta manera,” agregó, “perdemos nuestro sentido de asombro, nuestra capacidad de maravillarnos, que nos impulsa a mirar más allá, a elevar nuestros ojos al cielo, a descubrir esa verdad oculta, que responde a preguntas tan fundamentales como: ¿Por qué estoy vivo? ¿Cuál es el sentido de mi vida?”
El Papa instó a los profesores universitarios a pedir a Dios la gracia de “ampliar nuestras fronteras,” citando una historia bíblica del Libro de Crónicas sobre un hombre llamado Jabez (1 Crónicas 4:10).
Nuestro conocimiento de nuestras limitaciones, dijo, nos impulsa hacia adelante y nos invita a “permanecer como una ventana abierta al mundo de hoy.”
El Papa Francisco también elogió a la Universidad Católica de Lovaina por acoger a refugiados en su búsqueda de un hogar mejor y de la verdad.
“Lo que necesitamos es una cultura que expanda fronteras y evite el ‘sectarismo’ o exaltarse por encima de los demás,” dijo. “Necesitamos una cultura inmersa como buena ‘levadura’ dentro de nuestro mundo, contribuyendo al bien común de la humanidad.”
El Papa Francisco concluyó invitando a los profesores universitarios a ayudar a construir una cultura compasiva e inclusiva que cuide a los débiles.
“Mantengan viva esta llama; ¡expandan fronteras!” dijo. “Sean buscadores incansables de la verdad, y no permitan que su entusiasmo disminuya para que no caigan en la letargia intelectual.”