«La economía de Francisco en este sentido no es una especie de tormenta de ideas juvenil sin dirección, sino un camino desafiante, ciertamente creativo y ojalá ingenioso, pero en el marco de ciertos valores precisos. Uno de ellos, fundamental, es la custodia de la creación». Así lo dijo el obispo de Asís y presidente del comité organizador de la Economía de Francisco, monseñor Domenico Sorrentino, al presentar el evento que reunirá a mil jóvenes en la ciudad umbriana del 22 al 24 de septiembre. El nombramiento será concluido por el Santo Padre. Con un esfuerzo considerable, ya que al día siguiente volará a Matera para concluir el 27º Congreso Eucarístico Nacional. Pero el Papa se preocupa demasiado por la reunión bloqueada en marzo de 2020 por la pandemia. Y tras los testimonios y su discurso, firmará un pacto con los jóvenes «para comprometernos juntos en este camino hacia una economía con alma y que no deje a nadie atrás».
Más de 3.000 jóvenes implicados
Estos dos años y medio no han sido infructuosos. «Al contrario», dijo Monseñor Sorrentino. «Nos pusimos inmediatamente manos a la obra, gracias al comité científico coordinado por el profesor Bruni, con una serie de iniciativas especialmente en streaming, pero no sólo. La Eof se ha extendido por todo el mundo, a todos los continentes. También teníamos escuelas de verano y una Academia. Todos los años realizamos la conferencia a distancia, recibiendo un mensaje de vídeo del Papa. En definitiva, un gran trabajo, quizá no suficientemente seguido por la prensa y la información, pero para nosotros, y para los jóvenes, muy apasionante y fructífero». Una obra que tocó los cinco continentes, con la participación de más de 3000 jóvenes de más de 120 países. Ha llegado el momento de la «cosecha».
Perspectivas de una nueva economía
¿Con qué perspectivas? ¿Hay respuestas concretas en un mundo que, en este tiempo, ha visto dos emergencias mundiales como la pandemia y la guerra de Ucrania? «Una iniciativa como ésta no puede terminar con el evento. Eso nos deja un capital para invertir», añadió el obispo. «Se pretendía en vista de un proceso, que ya está en marcha, y que no se detendrá, expresándose en las numerosas reacciones que ha provocado y provocará en las diversas regiones del mundo. Desde el punto de vista del comité, no tenemos un proyecto definido por ahora: dependerá de lo que decida el Papa y de nuestras «generosas pero pobres fuerzas».
En cuanto a las respuestas, «nadie puede tenerlas, pero es cierto que en el diálogo sobre los valores y en lo que dice el Papa, tenemos grandes retos sobre los que estamos tratando». De aquí deberían salir, si no «respuestas gastables, al menos propuestas orientativas». Por ejemplo, la economía de la paz que «no se construye con las industrias armamentísticas sino reconvirtiéndolas en industrias de convivencia pacífica». Sorrentino no oculta las dificultades asociadas a la «economía de la corriente principal», pero espera que haya «un gran impulso para avanzar en esta dirección».
Un proceso a largo plazo
Se hizo eco de ello Sor Alessandra Smerilli, secretaria del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral y miembro del comité científico de «Economía de Francisco»: «La Economía de Francisco no es un acontecimiento: es un proceso que ya está en marcha, es un conjunto de iniciativas, una red mundial de jóvenes, que verá un momento público en Asís, y a partir de ahí empezará de nuevo a continuar en la vida cotidiana. La economía de Francisco es reunir la profecía de «Laudato si‘» y «Fratelli tutti», y el valor de tocar, de abrazar la pobreza, propio de San Francisco de Asís».
No cabe duda de que la situación ha cambiado en los últimos años, pero «estoy seguro». El objetivo, sin embargo, sigue siendo el de avanzar en «un proceso para dar respuestas a más largo plazo cambiando radicalmente la forma de abordar la economía».
Aldeas temáticas
Nuevos modelos económicos, cuyos embriones podrían nacer en las doce «aldeas temáticas» que se repartirán por Asís. La transición ecológica, el papel de la mujer en la economía, la contaminación y la desigualdad, los estilos de vida, el trabajo y los cuidados, la economía y la paz son algunos de los temas en torno a los cuales los jóvenes de todo el mundo han debatido en los últimos años. Ahora podrán hacerlo reuniendo a académicos, empresarios y agentes del cambio, como explicaron algunos de los que participan en la organización y estuvieron presentes en la rueda de prensa.
