Un momento de gran participación en el dolor y el sufrimiento de quienes viven el drama del conflicto en Tierra Santa: esta mañana, 15 de noviembre, los obispos italianos, reunidos en Asamblea General extraordinaria en Asís, han escuchado el testimonio del cardenal Pierbattista Pizzaballa, patriarca latino de Jerusalén, conectado durante la primera sesión de la jornada dedicada a la oración por la paz. La conexión duró más de 20 minutos.
El drama de Gaza
El cardenal presentó la «dramática situación actual»: «Hay – explicó –1.400 víctimas israelíes del ataque del 7 de octubre, más de 11.000 muertos confirmados en Gaza, la mayoría civiles, de los cuales al menos 4.000 son menores. Hay unos 100.000 desplazados en Israel, y al menos un millón en Gaza».
Los cristianos presentes en Gaza, donde «las infraestructuras están completamente destruidas», son «menos de mil, alojados en un centro ortodoxo y en una parroquia católica de la zona norte, sometida a continuos bombardeos y en el centro de las operaciones militares», precisó además el cardenal Pizzaballa.
«También estamos dando alojamiento – añadió – a unos 3.000 musulmanes, alojados en los locales de una escuela. Grande – prosiguió – es la preocupación también por los cristianos de Belén y alrededores y por los dispersos en Cisjordania».
Oraciones por los inocentes
Al tiempo que agradecía a la Iglesia italiana su cercanía concreta y espiritual, el cardenal expresó su esperanza de que pronto se encuentre una solución que garantice la paz y la seguridad para todos. «Recemos –concluyó – por todas las víctimas inocentes. El sufrimiento de los inocentes ante Dios tiene un valor precioso y redentor, porque está unido al sufrimiento redentor de Cristo. ¡Que su sufrimiento acerque cada vez más la paz y no contribuya a generar más odio!».
La cercanía de la Iglesia en Italia
Por su parte, el presidente de la Conferencia Episcopal Italiana, el cardenal Matteo Zuppi, en nombre de los obispos italianos, renovó la cercanía de las Iglesias en Italia asegurando un recuerdo especial en la oración por la paz que tendrá lugar esta tarde. La invocación por la paz será, de hecho, el hilo conductor de la segunda parte de la jornada: a las 17.45 horas, los obispos italianos se reunirán en la basílica de Santa Chiara para rezar las Vísperas.
Después, en procesión, se dirigirán a la Iglesia Inferior de la Basílica de San Francisco para la celebración de la Misa y la oración ante la tumba del Santo. Será monseñor Domenico Sorrentino, arzobispo-obispo de Asís – Nocera Umbra – Gualdo Tadino y arzobispo-obispo de Foligno, quien presida las Vísperas y la procesión, mientras que el cardenal Zuppi presidirá la celebración eucarística.
Los obispos en oración
«Los corazones de todos nosotros – rezaron los obispos – están llenos de dolor por las guerras que laceran nuestro tiempo. Esta tarde, uniéndonos al anhelo de paz que surge de todos los rincones de la tierra, nos disponemos a detenernos en oración ante la tumba de san Francisco, hombre de reconciliación y de fraternidad. Confiándonos a su intercesión, imploramos a Dios Padre, que en Cristo Jesús pacificó el cielo y la tierra, que destierre los horrores de la violencia y nos conceda días de paz».
