“Sigamos rezando por el pueblo ucraniano, para que el Señor le dé consuelo y esperanza. En estos días, el cardenal Krajewski se encuentra en Ucrania para dar un testimonio concreto de la cercanía del Papa y de la Iglesia”, ha expuesto el Papa Francisco en el Ángelus hoy, 11 de septiembre de 2022.
Tal y como informó el Dicasterio para el Servicio de la Caridad, instituido por la Constitución Apostólica Praedicate Evangelium en un comunicado difundido 9 de septiembre de 2022, efectivamente, el cardenal Konrad Krajewski, prefecto de dicho Dicasterio, se dirige en estos días a una misión a Ucrania.
En esta ocasión, el cardenal visitará Odessa, Žytomyr, Kharkiv, pero también otros lugares del este de Ucrania “para visitar y apoyar a varias comunidades de fieles, sacerdotes y religiosos, y a sus obispos, que durante más de 200 días siguen permaneciendo en los lugares de su ministerio a pesar de los peligros de la guerra”, indica la nota.
El texto también describe que “es un viaje silencioso y evangélico, para estar con la gente que sufre, rezar y consolar a cada uno, mostrando con la propia presencia que no están solos en esta situación que solo está trayendo destrucción y muerte”. El viaje está acompañado de ayudas concretas a través de las Cáritas diocesanas.
Se trata de la cuarta ocasión en la que el prefecto es enviado por el Santo Padre a esta zona de guerra. De acuerdo a Vatican News, el purpurado donará un minibús para que se utilice en la distribución de ayuda a los más necesitados.
Preocupación y cercanía del Papa
Desde el comienzo de la guerra, el pasado 24 de febrero, el Papa ha manifestado su preocupación por el pueblo ucraniano y reiterado la disposición de la Santa Sede a ponerse al servicio de la paz.
En el Ángelus del 6 de marzo de 2022, el Pontífice anunció que el cardenal Krajewski y el cardenal Czerny, prefecto del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, se dirigirían hacia Ucrania por primera vez, explicando: “La presencia de los cardenales allí es la presencia no solo del Papa, sino de todo el pueblo cristiano que quiere acercarse y decir: ‘La guerra es una locura! ¡Deténganse, por favor! ¡Miren qué crueldad!’”.