El Ave María es Bíblica

Padre Ángel Espinosa de los Monteros

La Inmaculada Concepción - Colección - Museo Nacional del Prado

Hoy quisiera responder a una pregunta que me han hecho recientemente sobre la oración del Ave María. Se ve que la persona que me preguntó estuvo en contacto con alguna persona no católica, ya sea cristiana luterana, anglicana, calvinista, de cualquier denominación, o incluso de grupos como los Testigos de Jehová o los mormones. Le dijeron: «¿Por qué rezan el Ave María si el Ave María no es bíblica, no está en la Biblia?».

¡Qué barbaridad! ¿Cómo es posible afirmar semejante cosa? Si ustedes leen, y tengo aquí el Evangelio enfrente de mí, el Evangelio de San Lucas en el capítulo 1, versículo 28, dice: «Dios te salve, María, llena eres de Gracia, el Señor es contigo. Bendita eres entre todas las mujeres y bendito el fruto de tu vientre, Jesús». Lo demás ya es una petición que nosotros hacemos: «Santa María, madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén». Esta segunda parte evidentemente no está en la Biblia, pero cuando decimos «madre de Dios», eso sí está. Vamos a ver entonces la primera parte, que es la parte bíblica.

En San Lucas 1:28, presentándose el ángel, le dijo: «Salve, llena de Gracia, el Señor es contigo». Ahí está la primera parte del Ave María. Recordemos que fue escrita primero en arameo, después en griego, luego en latín y después en muchos otros idiomas. En griego, dice «Jaire María», que se puede traducir como «Alégrate, María» o «Hola, María». En latín, pusieron «Salve» y en español, la traducción que se le dio fue «Dios te salve», siguiendo al latín. No tiene nada que ver con «Ojalá que Dios un día te salve». Estamos hablando de que Dios te saluda, que Dios está contigo. Entonces, ¿por qué decir que el Ave María no es bíblica?

En el versículo 1:28, capítulo 1 de San Lucas, dice: «Salve, llena de Gracia». En griego, decimos «Kejaritomene», que significa «llena eres de Gracia». El Señor es contigo. ¿Y de dónde viene el «bendita tú entre las mujeres»? En el versículo 1:42, María fue a ver a su prima Isabel, y ésta se llenó del Espíritu Santo y clamó con fuerte voz: «Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre». La parte más importante del Ave María está en la Biblia, es decir, está en el Evangelio. Isabel, llena del Espíritu Santo, y el ángel que vino y anunció a María de parte de Dios. Entonces, ¿cómo es posible negar que el Ave María es bíblica?

La segunda parte es una petición nuestra: «Santa María, madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte». Pero, ¿de dónde salió el «madre de Dios»? En Lucas 1:35, dice: «El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la virtud del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso, el hijo engendrado será Santo y será llamado Hijo de Dios». Por tanto, tú eres la madre de Dios. Aquí algunos se hacen problemas: «¿Qué herejía? Dios no tiene madre, porque si Dios tiene madre, significa que hay una persona más grande que el mismo Dios». Estamos hablando de la Santísima Trinidad, ¿verdad? Dios Padre no tiene a nadie por encima de Él. Dios Hijo, encarnado, quiso venir al mundo a través de una mujer, María. María es la madre de Jesús, y Jesús es Dios. Cuando decimos «madre de Dios», no estamos hablando de madre de la Santísima Trinidad, sino de la encarnación del Hijo de Dios.


El Ave María es completamente bíblica y evangélica. En latín, se dice «Salve», y en español, «Dios te salve». Qué hermoso comprobar que esta oración tiene su fundamento en la Biblia, como el Padre Nuestro en el Evangelio, salido de la misma boca de Jesús. Nuestras oraciones católicas son completamente bíblicas y evangélicas. Compréndela y lo más importante, rézala de ahora en adelante con todo tu corazón.

Una recomendación fraternal: reza el Rosario todos los días. Hace 800 años, con Santo Domingo de Guzmán, comenzó esta devoción preciosa. Rezar el Rosario es contemplar la vida de Cristo. Cuáles son los misterios: la Encarnación, la Visitación, el Nacimiento de Cristo, la Presentación en el Templo, el Niño perdido y hallado en el Templo, los misterios luminosos, el Bautismo de Jesús, las Bodas de Caná, el Envío de los discípulos, la Transfiguración, la Eucaristía, los misterios dolorosos, el Getsemaní, la Flagelación, la Coronación de espinas, el Viacrucis, la Pasión y muerte de Jesús, y los misterios gloriosos, la Resurrección, la Ascensión, la Venida del Espíritu Santo, la Asunción de la Santísima Virgen y la Coronación de María.

Rezar el Rosario es contemplar la vida de Cristo con los ojos de María. Y recuerda que el Ave María es completamente bíblica y evangélica. Hagamos todo el bien que podamos, recemos el Rosario todos los días. Que Dios los bendiga siempre.

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