El arte de compartir: cuando los intereses de tu pareja se convierten en aliados

Cómo abrazar las pasiones y hobbies de tu ser querido fortalece la relación y fomenta un hogar armonioso

Cuando conoces a una persona, te enamoras y decides compartir con ella el resto de tu vida, comienzas a experimentar una transformación profunda. De repente, muchas cosas en tu vida se duplican. Ya no se trata solo de recordar tu propio cumpleaños o los días especiales de tu familia, sino también los de la persona que amas: su cumpleaños, su santo, sus celebraciones familiares. Todo adquiere una nueva dimensión; ya no es solo tu círculo cercano el que importa, sino también el suyo. Lo mismo ocurre con los gustos, las aficiones y las pasiones. Lo que antes quizá ni siquiera conocías o te resultaba indiferente, ahora empieza a formar parte de tu vida.

En el libro «Cocinar con sobras… después del Sí quiero» se menciona que, aunque nunca antes hayas escuchado la palabra cetrería, si para tu persona favorita es importante, esa actividad se convierte en una pieza fundamental de tu día a día, te guste o no. No se trata de una imposición, sino de una oportunidad para conectar a un nivel más profundo. Los hobbies, gustos y pasiones no son simples distracciones, sino herramientas vitales que ayudan a nuestra pareja a desconectar, relajarse y manejar el estrés cotidiano. Por eso, debemos aprender a tratarlos como lo que realmente son: aliados, no enemigos.

En lugar de ver estas actividades como una competencia o una amenaza para la relación, debemos reconocer que también contribuyen al bienestar emocional de la persona que amamos. No se trata de entrar en guerra con el fútbol, las tardes de compras, la cetrería o el pilates, sino de aliarnos con ellas. Si tu pareja tiene un partido importante, en lugar de quejarte, asegúrate de que no falten las cervezas. Si quiere pasar una tarde de compras con sus amigas, puedes ofrecerte a cuidar a los niños o simplemente disfrutar del tiempo a solas.


Estas actividades, por triviales que parezcan, son esenciales para mantener un ambiente relajado y armonioso en el hogar. Un hogar donde cada uno pueda disfrutar libremente de lo que le gusta, sin sentirse juzgado ni culpable. Se trata de sentido común, comprensión y empatía, de no convertir los pasatiempos en motivo de conflicto ni usarlos como arma arrojadiza en discusiones. Al final, cuando abrazas los intereses de tu pareja, no solo fomentas su bienestar, sino también el tuyo, porque un hogar feliz se construye sobre la base del respeto, la flexibilidad y el apoyo mutuo.

Así, el verdadero compromiso no consiste solo en compartir lo que ya nos gusta, sino en hacer espacio para lo que es importante para el otro. Es un acto de amor que dice: «Lo que es importante para ti, también es importante para mí». Why not?