El Papa invita a la Curia a vivir los ejercicios espirituales personalmente y no en comunidad, con motivo de la emergencia epidemiológica causada por la COVID-19. Así ha informado la Oficina de la Santa Sede en una nota difundida hoy, jueves 20 de enero del 2022, que tampoco este año será posible vivir comunitariamente los Ejercicios Espirituales de la Curia Romana en la Casa Divino Maestro de Ariccia.
“Debido a la continua emergencia epidemiológica provocada por la COVID-19, un año más no será posible vivir los Ejercicios Espirituales de la Curia Romana en comunidad en la Casa Divino Maestro de Ariccia”, explica la el comunicado. Por ello, Francisco anima a los cardenales residentes en Roma, a los jefes de los dicasterios y a los superiores de la Curia Romana a que se organicen de forma personal, “retirándose en oración, desde la tarde del domingo 6 hasta el viernes 11 de marzo”.
Del mismo modo, la oficina vaticana informa que durante esa semana se suspenderán “todos los compromisos del Santo Padre, incluida la Audiencia General del miércoles 9 de marzo”.
El año pasado el Papa regaló a todos el libro Ten al Señor en el corazón, publicado por San Pablo y editado por el sacerdote jesuita Daniele Libanori. El volumen iba acompañado de una carta en la que Francisco expresaba que esas páginas ayudarían en la vida espiritual: ‘Unidos en la oración los unos por los otros’.
Los 3 años previos a la irrupción de la emergencia sanitaria debido a la pandemia de COVID-19, el Santo Padre se reunió con los miembros de la Curia para realizar los Ejercicios Espirituales en la Casa Divina Maestro de Ariccia. En el pasado, estos días de retiro se predicaban durante la primera semana de Adviento, pero en 1964 se trasladaron al tiempo penitencial que lleva a la Pascua.
La práctica de los Ejercicios Espirituales por parte de la Curia Romana sigue el modelo de los Ejercicios Espirituales de san Ignacio de Loyola, fundador de la Compañía de Jesús. Se trata de una práctica realizada por la Curia Romana desde 1929, cuando el Papa Pío XI publicó la encíclica Mens nostra sobre la promoción de los ejercicios.