EEUU: Este fin de semana los católicos podrán colaborar con proyectos en Latinoamérica

En las Misas del sábado 21 y el domingo 22 de enero tendrá lugar la Colecta Anual de los Obispos de EEUU para América Latina y el Caribe

(C) Pexels
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Los hispanos en EEUU hemos sido bendecidos con infinidad de oportunidades. Es pues nuestra gran ocasión para devolver al Señor tantas gracias con las que nos ha regalado. En los países de donde venimos, hay necesidades acuciantes, y tenemos que agradecer a los Obispos de Estados Unidos, que, teniendo en cuenta las duras pruebas a los que se enfrentan nuestros hermanos en América Latina y el Caribe, organizan todos los años una colecta anual, con la que apoyan (apoyamos) proyectos al servicio de la comunidad, que necesitan un impulso económico para organizarse, desarrollarse, y potenciarse social y espiritualmente.

Oportunidad de cambiar y salvar vidas

«La Colecta para la Iglesia en América Latina consiste en cambiar vidas – a veces salvar vidas – y llevar a la gente a Jesús. Su donación, no importa cuán grande o pequeña sea, se unirá a la de otros católicos para lograr un impacto multimillonario en lugares donde la gente reza por milagros», expresó Mons. Octavio Cisneros, obispo auxiliar emérito de Brooklyn y presidente del Subcomité de la Conferencia de Obispos Católicos de EEUU para la Iglesia en América Latina.

Mons. Cisneros, que llegó a Estados Unidos como refugiado adolescente no acompañado tras la toma del poder por los comunistas en Cuba, habló de su deseo de ayudar a las personas que se enfrentan a la pobreza o la opresión en sus países de origen. «Sé lo que es dejar atrás todo y a todos menos a Cristo. Te aferras a Dios y a la Virgen para tener fuerza y esperanza, rezando continuamente. Tales son las oraciones de quienes sobreviven a las catástrofes o buscan la fe ante la pobreza aplastante o la opresión política. Vuestros donativos a la Colecta para la Iglesia en América Latina son la respuesta a muchas de esas oraciones”, afirmó.

Juntos hemos contribuido con más de 6 millones de dólares

En 2021, esta colecta proporcionó 281 ayudas por un total de más de 6,1 millones de dólares para el ministerio, la evangelización, el trabajo vocacional, la formación en seminarios y para ayudar a las iglesias a recuperarse de los desastres naturales. Casi el 50% se destinó a la evangelización, la formación en la fe, el ministerio social y el trabajo pastoral. El 29% se destinó a la respuesta a catástrofes, seguido de las vocaciones y la preparación para el sacerdocio o la vida religiosa, con un 20%, según el informe de USCCB, la Conferencia de Obispos de los EEUU.

Ayuda ante huracanes devastadores y formación en la fe

Se puede leer en el informe mencionado que en Nicaragua, donde los conflictos políticos han agravado los daños causados por dos huracanes devastadores, los proyectos de recuperación incluyeron la construcción de numerosas capillas rurales para sustituir a las destruidas y la formación de 1.200 líderes laicos para prestar servicios de gestión de emergencias y atención pastoral.

Por su parte, en Cuba, esta colecta apoya muchas casas de misión comunitarias para la oración y la evangelización, desde las que líderes laicos formados van de puerta en puerta cada verano, hablando a miles de personas sobre Jesús en una nación que desalienta la fe religiosa. En Haití, 400 jóvenes han recibido una formación teológica que abarca desde los estudios bíblicos hasta la doctrina social católica, y ahora atienden a las personas necesitadas de sus comunidades.

Jóvenes reciben ayuda en Paraguay en su camino al sacerdocio


En Brasil, la colecta financió nuevos equipos de cocina comercial para una comunidad de religiosas contemplativas que se mantienen haciendo hostias de comunión. En Paraguay, 38 jóvenes que habían comenzado sus estudios para el sacerdocio justo antes de que se desatara la pandemia mundial recibieron ayuda para cubrir necesidades básicas como la alimentación y la atención sanitaria.

Viaje a Cuba

El Director del subcomité de la Iglesia en América Latina, P. Leo Pérez, relató a Exaudi que acababa “de regresar con el presidente del subcomité, el Obispo Octavio Cisneros, de una visita a los proyectos que apoyamos en Santiago y Guantánamo, Cuba. Este hermoso país está paralizado por una economía débil y un gobierno que históricamente reprimió el crecimiento de la Iglesia. Pero, nos reunimos con catequistas laicos, adolescentes y adultos, que arden con el Espíritu Santo para difundir el Evangelio. Estos ministros llenos de alegría se reúnen con los niños de las parroquias pobres todos los sábados por la mañana, y una vez al mes con los jóvenes.”

Y continuó: “Lo hacen utilizando dinámicas vivas y materiales que nuestra colecta ayuda a proporcionar. Son una presencia continua de Cristo. Al día siguiente nos unimos a ellos en varias parroquias. Gracias a las aportaciones de personas generosas de Estados Unidos, pudieron ofrecer un plato de comida a niños que a menudo pasan hambre, al tiempo que les enseñaban el Evangelio de la manifestación de Cristo a los Reyes Magos y al mundo. Me fui inspirado por su fe apostólica para continuar mi propio ministerio”, remató.

Dar hasta que duela, Carlo Carretto y las dos frazadas

Cierro esta invitación a aportar a esta campaña con esta frase de la Madre Teresa: “Dar hasta que duela”, y siempre que la uso, me hago cargo de la frase y de lo que sigue. Son infinitos los dones que hemos recibido del Señor, y creo que no somos suficientemente conscientes que Dios nos pide que equilibremos al menos un poco la balanza. Sea como sea, vivimos en la opulencia. ¿Con cuánto menos podríamos vivir para que otros Cristos tengan una vida más digna?

Lo leí hace 40 años y no me olvido. El escritor Carlo Carretto relata en Cartas del desierto que se encontraba justamente en el desierto haciendo vida de oración y entrega. Días agobiantes de calor, noches heladas, y se encuentra a la noche con un pobre, el viejo Kadá, que tiritaba de frío. Carlo tenía dos frazadas, pero no le dio ninguna a Kadá, porque él sabía que si le daba una, tiritaría de frío él mismo. Más tarde, le torturaba el pensamiento de no haber sido radical en el amor, como Cristo en la cruz lo fue para con él.

Dejo al lector esta meditación que me ayuda a poner muchas cosas en contexto. Y me hago cargo.

Se puede acceder a más información, incluido el contenido para las redes sociales y los sitios web diocesanos/parroquiales, en https://www.usccb.org/committees/church-latin-america.