La Red Eclesial Panamazónica (REPAM) de Ecuador comunicó el pasado sábado 1 de mayo de 2021 el lanzamiento de la campaña “Sembrar y cuidar un millón de árboles en la Amazonía”, cuyo objetivo es unirse a la invitación del Papa Francisco de cuidar la “casa común”.
El comunicado manifiesta una invitación “a todos los habitantes de Ecuador y de manera especial a los habitantes amazónicos para cuidar la selva, mediante una acción concreta: la reforestación, sembrando en toda la Amazonía de Ecuador un millón de árboles propios de esta región”.
Anuncio y denuncia
Al comienzo de la nota, la Red Eclesial en Ecuador señala que la campaña de reforestación es un anuncio a la par que una denuncia: “Anuncio de vida porque al sembrar y reforestar la selva nos convertimos también en cocreadores, con Dios creador y le ayudamos así a hacer de la tierra un verdadero paraíso donde haya vida para todos los seres vivos y para todos los seres humanos”.
Una denuncia, prosigue, “porque nunca como en este tiempo se ha visto la tierra y la creación tan amenazada de destrucción por mano de nosotros los seres humanos, que hemos sembrado destrucción al talar los bosques con sus árboles en la Amazonía, sin ningún plan que reforeste, y todo, por el afán egoísta y consumista del mayor depredador del planeta: el hombre, que como un mal pastor solo ha venido a deforestar y matar la vida de la selva”.
Salvar la tierra
Asimismo, la REPAM indica que se trata de una iniciativa más para “salvar a la tierra, salvar al planeta de tanta deforestación y destrucción y uno de los más grandes animadores para este cuidado es el Papa Francisco, profeta de nuestro tiempo, quien convocó y llevó a cabo el Sínodo de la Región Amazónica para que todos nos dediquemos con todas nuestras fuerzas, como nos dice él, a ‘salvar lo que todavía no está perdido’”.
Del mismo modo, explica, “no sólo se centra en sembrar, sino en sembrar y cuidar; es decir, no basta sólo sembrar y no cuidar y proteger. La siembra de uno o más árboles va de la mano de su cuidado y protección hasta que pueda desarrollarse por sí mismo. Insistimos en que no basta solo sembrar, es necesario también cuidar, ya que los árboles son seres vivos expuestos a todo tipo de males y por ello es preciso cuidarlos como cuidamos la vida de las personas que amamos”.
