10 marzo, 2025

Síguenos en

Dios es músico

Nuestra música sigue resonando, como un eco, en los corazones de los que nos han amado

Dios es músico

Dios compone conciertos. Un concierto específico para cada ser humano.

En la actualidad hay más de 8 mil millones de conciertos sonando al unísono. Cada concierto distinto, pero todos interconectados. Compartimos notas, compases, acordes con los que estamos cerca; a veces son solo un par de notas – una mirada con aquel con quien nos cruzamos – otras veces compartimos los acordes de un gran movimiento, como con nuestros padres, nuestro cónyuge, nuestros hijos o nuestros hermanos.

Cada uno nuestro concierto, concierto para un solo instrumento, que es a la vez solista y acompañamiento de la orquesta de quien está a tu lado, todo integrado en la gran sinfonía humana.

Hay violines, violas, pianos, oboes, guitarras, tubas, banjos, chistus, clavicordios, ukeleles, harpas de boca, etc. Imagina cualquier instrumento y habrá cientos de miles sonando en alguna parte de la tierra, siguiendo la sinfonía que Dios está escribiendo con ellos.

También hay platillos, timbales y triángulos. Parece que tienen poco que decir, pero si no sonaran, la sinfonía de la humanidad estaría incompleta.

Dios escribe a la vez que suena la música. Completamente al unísono, Dios y cada uno de nosotros. No la ha escrito de antemano, eso sería predestinación, ni la escribe después de oírla, entonces no sería Dios, sería un simple escribano.

Dios compone el concierto con cada uno de nosotros. Cuando más dejamos que sea Él quien guíe nuestras notas, cuanto más acompasamos nuestro ritmo a la melodía que Él desea para nosotros, más libres nos sentimos y probablemente lo seamos. No significa que la sinfonía, en esos compases, esté libre de dramatismo, de tristeza, o incluso de sufrimiento o de incertidumbre por cómo acabará ese movimiento, pero nos sentimos confiados de que la música no depende de nosotros, solo la ejecutamos y sabemos que el epílogo será bello.

Pero también nos permite tomar por completo las riendas de la partitura, nos permite llevar la melodía allá donde queramos, nos permite hasta pensar que somos los únicos autores de nuestro concierto. Él escribe, siempre atento, siempre aportando luz hacia lo más alto, hacia lo más sublime, hacia lo que desea que lleguemos a ser … y por eso completamente libres de Él, si eso es lo que queremos, pero entonces tocaremos la música completamente apegada a nuestros miedos, a nuestros deseos, a nuestras inseguridades o, sencillamente, intentando que suene como desean aquellos a quienes, por miedo o por deseo, les hemos dado poder sobre nuestra vida.

Dios compone sinfonías, rapsodias, fantasías, fugas, poemas sinfónicos, oberturas, sinfonías y sonatas. Algunas son tan breves que ni siquiera la madre del artista es consciente de la música que ha vibrado en su interior, otras trascienden a generaciones.

Creemos que cuando morimos nuestra música se apaga. No es cierto, nuestra música sigue resonando, como un eco, en los corazones de los que nos han amado, e incorporarán algunas de las notas que nosotros tocamos a su propio concierto y mientras, del otro lado, nuestro concierto deja de ser único, aislado, y nos convertimos en miembros de esa gran y maravillosa orquesta que perfectamente armonizada y acompasada tocan una misma obra, la más obra más bella que jamás podamos oír, la obra que suena en el Corazón de Dios desde la eternidad. Todos los Santos de la historia unidos a los ángeles en una sola armonía, perfecta, sublime, todos en éxtasis por oír nuestra voz que se eleva hasta Él, al que veremos por fin, amándonos y recibiendo nuestro amor, tal y como Él siempre lo ha pensado.

Nacho Calderón Castro

Nacho es el fundador y director del Instituto de Neuropsicología y Psicopedagogía Aplicadas (INPA) en Madrid, España y forma parte del equipo de Neurological Rehabilitation International Consultants, dirigiendo su centro en Laredo, Texas, tareas que compatibiliza impartiendo conferencias en centros de enseñanza, desde jardines de infancia hasta universidades. Ha sido colaborador con con el programa de radio La Mañana de COPE, dirigido por Javi Nieves durante los cursos 2012 – 2014 y es profesor del Instituto de Estudios Familiares – IDEFA. En el año 2013 fue llamado por el Dr. Unruh para continuar su labor en Estados Unidos. Para realizar tal tarea y en reconocimiento a su trayectoria profesional, el gobierno de aquel país le ha concedido el visado 01, otorgado a personas con “habilidades extraordinarias”. Desde mayo de 2017 Nacho ha trasladado esta consulta a Pachuca, en el estado de Hidalgo, en México, y de ese modo trabaja junto con Iliana Guevara Rivera, con quien comparte una trayectoria profesional desde noviembre de 1992. Nacho Calderón atiende por tanto a pacientes en México a lo largo de tres meses al año – febrero, junio y octubre -, dedicando ocho meses a la atención de pacientes en España. Licenciado en Psicología, comenzó su labor profesional en los Institutos para el Logro del Potencial Humano en Filadelfia, junto con Glenn, Janet y Douglas Doman, donde estuvo durante dos años completos. Durante este periodo atendió a familias en Filadelfia, Fauglia (Italia) y Tokio (Japón). A su regreso a España en 1995, fue co-fundador de la asociación Institutos Fay para la Estimulación Multisensorial. Nacho trajo el primer Audiokinetron (para el tratamiento Bèrard) que hubo en nuestro país. En 1997 comenzó su formación como evaluador con el método IRLEN, tras su paso por el IRLEN Center de Helen Irlen en California, se convirtió en 1999 en el responsable de dicho método en la península. En el curso de 1997-98, completó su formación en reflejos primitivos de la mano de Peter Blythe y Sally Goddar. Más tarde continuaría su formación junto con Kjelt Johansen, Harald Blomberg y Beatriz y Sonia Padovan. Ha sido instructor KUMON durante más de 10 años y ha dado conferencias en Bélgica, Italia, Alemania y Reino Unido. Nacho ha sido profesor en el Master de diseño infantil en espacio y producto del Instituto Europeo de diseño y en la actualidad compagina toda su labor clínica con la formación en el Master para la formación del profesorado de la Universidad Rey Juan Carlos.