El pasado jueves 15 de febrero de 2024, a las 19h, en la Universidad Francisco de Vitoria, D. Ginés García Beltrán, Obispo de la diócesis de Getafe, presentó el libro “De los pobres al Papa, del Papa al mundo”, que recoge el extraordinario diálogo entre los pobres de los cinco continentes y el Papa Francisco, organizado y publicado por la asociación Lázaro.
La presentación, a la que asistieron unas ochenta personas, fue presidida por el obispo de Getafe, conducida por el sacerdote Álvaro Cárdenas Delgado, presidente fundador de Lázaro España, y seguida de las intervenciones de Bernabé Villalba Silva, joven voluntario del proyecto, responsable de comunicación de Lázaro España y profesor de la Universidad Francisco de Vitoria, y de Ricardo Barajas, compañero de piso del proyecto en Madrid y uno de los protagonistas de este diálogo con el Papa.
En las intervenciones, D. Álvaro Cárdenas presentó el proyecto Lázaro, organizador de este diálogo, como “una propuesta más en nuestras comunidades y en nuestra sociedad que saque del anonimato y de la exclusión a nuestros hermanos que viven en la calle”. Recordó que “si las personas que viven en la calle necesitan un techo también necesitan relaciones humanas: acogida, escucha, afecto y amistad”. Explicó que “Lázaro es más que un proyecto social o que unos hermosos pisos compartidos, es más que una respuesta a la necesidad que tienen las personas en riesgo de exclusión. Quiere ser también fermento de una cultura nueva de la que sean protagonistas los jóvenes, comprometidos en hacer posible la necesaria transformación de nuestra sociedad”.
A continuación presentó la génesis de este diálogo entre los pobres y el Papa, invitando a todos a su lectura. “Sus páginas constituyen un sencillo, directo e iluminador diálogo entre los pobres y el Papa, y a través de ellos con todos nosotros, cristianos, creyentes o no, miembros todos de la misma familia humana. Una conversación cara a cara y corazón a corazón con él en esta hora actual de la Iglesia y del mundo, llena de enormes desafíos”. “Un insospechado, insólito y singular diálogo entre el Papa y los pobres del mundo entero, difícil de imaginar”.
Ginés señaló como en este libro “encontramos a Francisco en estado puro”. Indicó que el libro nos ofrece confidencias preciosas sobre “el lado más humano del Papa y la profundidad de su corazón”, los momentos de oscuridad más difíciles por los que ha atravesado, y la pregunta que en ocasiones se ha hecho “¿Dónde está Dios?”. Muestra también su sensibilidad especial por los pobres y la denuncia de un mundo injusto que excluye a los pobres. “Habla de dignidad vergüenza, de exclusión, del pecado de la mala distribución de la riqueza, de la propiedad privada y del uso universal de los bienes, de los hombres de la calle y de la importancia de la familia”. Y por supuesto “del sentido de la vida”, “de la fe, del sufrimiento y de la esperanza”. Al final de su lectura “puedes decir que lo conoces un poco más, que es más parte de ti, de tu familia”. Terminó agradeciendo a los hogares Lázaro este diálogo con el Papa y el regalo que nos ha hecho con su publicación, expresando su vivo deseo de que los hogares Lázaro puedan ser pronto una realidad en el sur de Madrid.
Como expresión concreta de las invitaciones que nos dirige el Papa en este diálogo, Bernabé expresó la enorme riqueza que ha supuesto para él compartir piso durante cinco años en Lázaro con sus compañeros que han pasado por la dura experiencia de vivir en la calle o de encontrarse al borde de la exclusión. Testimonió cómo “la vida en la pequeña comunidad del piso hace extraordinaria la vida ordinaria”. Comentó cómo sus compañeros de piso lo han acompañado durante esos cinco años y su compañía le ha cambiado la vida. Invitó a los jóvenes a acercarse a conocer Lázaro y a vivir esta experiencia transformadora que permite encontrar en el otro a Cristo y esta amistad que resucita, como le ha sucedido a él.
Ricardo, que un año antes de dialogar con el Sucesor de Pedro dormía en los duros soportales de la Plaza Mayor de Madrid, relató vivamente como Lázaro fue la mano que un día le ofrecieron para levantarlo de su postración y salir de la calle, y el profundo impacto que supuso para él este diálogo único con el Papa en el que él en primera persona participó junto con siete participantes más. Confesó que el Papa les concedió casi cuatro horas, “más que a cualquier ministro, que a cualquier presidente de Gobierno, incluso que al rey”, relató. Ricardo afirmó que “cada pregunta que respondía el Papa era un ladrillo del puente para poder cruzar hacia una vida mejor”, como ha sido Lázaro para él, según testimonió. El libro con sus respuestas “es el puente que cruzamos todos y que seguiremos cruzando, porque es nuestra vida”.
Lázaro busca jóvenes interesados, familias y amigos que quieran colaborar en el proyecto en el sur de Madrid. Interesados ponerse en contacto con D. Álvaro Cárdenas, sacerdote de la diócesis y promotor del proyecto: fundacionlazaro.es; [email protected].
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Palabras del Obispo de Getafe:
La asociación Lázaro en España, a través de su Presidente, el P. Álvaro Cárdenas, tuvo la gentileza de pedirme que prologara este precioso libro, en su edición española. El libro es una conversación, un diálogo a modo de coloquio del Papa Francisco con los pobres de la tierra. Un diálogo directo, sincero, cercano, sugerente e interpelante en tantos momentos como le gusta al Papa, y que tanto bien hace a los que nos acercamos a él.
En esta obra encontramos a Francisco “en estado puro”. No se resiste a ninguna pregunta, responde siempre con sencillez y con un lenguaje que llega a todos y todos pueden entender. Conforme vas leyendo cada página vas entrando en el diálogo, y así parece que cada uno de los lectores estuviera presente en Santa Marta –la residencia romana del Papa- hablando con él. Los que hemos tenido el privilegio de compartir unos momentos de diálogo con Francisco, sabemos bien que tiene un don especial para crear un clima de acogida y cercanía que no solo no te cohíbe, sino que te sientes en casa y con un amigo. Eso es un don que crea una relación de cordialidad y unión capaz de cambiar el corazón. Después de hablar con el Papa no sales indiferente.
El primer capítulo de este diálogo “no tiene desperdicio” (“El Papa es un hombre cualquiera”, se titula). Contesta a todas las preguntas con una sencillez y una espontaneidad que conmueven: ¿cómo es tu día?, ¿qué haces?, ¿qué comes?, ¿cuánto ganas?, ¿qué familia tienes?, etc. Las respuestas no solo nos revelan unos datos objetivos de la biografía del Papa, sino la profundidad de su corazón; por ejemplo: ¿Qué hace usted en las situaciones de incertidumbre?, y la respuesta muestra su interior: “La tentación en esos momentos es querer resolver la situación pronto. Yo lo que hago es pararme, trato de pararme, porque a veces soy inquieto y quiero resolver la situación lo antes posible. Y cuando obro así no siempre está bien. Entonces trato de detenerme y tomar tiempo para considerar el asunto, consultar, rezar, dejar que pasen unos días y ver… Mirar tranquilamente hoy lo que tengo entre manos, volverlo a mirar mañana”.
Es hermoso también leer las palabras con las que el Papa va describiendo en trazos su vocación, el “asombro ante alguien que los está esperando”, y el camino de toda vocación también con sus dificultades. Confiesa el Pontífice que también en su corazón ha surgido en algunas ocasiones la pregunta: ¿Dónde está Dios? “No me envolvía siempre esa oscuridad, pero ésta me atravesaba”. Una expresión muy unamuniana, por cierto.
Como tantas veces se afirma en estas páginas, el Papa tiene una sensibilidad especial hacia los pobres, todos somos testigos de sus gestos tan expresivos hacia los que más lo necesitan –un abrazo, una caricia, una mirada, la bendición-, y su denuncia de la indiferencia de un mundo rico que excluye a los pobres. El Papa ha contado en varias ocasiones las palabras que el cardenal brasileño, Claudio Hummes le dijera durante el cónclave, y que lo sacudieron con fuerza; palabras que tomó muy en serio: “No te olvides de los pobres”. Estas palabras han marcado su pontificado de una manera evidente y significativa. Por eso, el diálogo con los pobres de la tierra que contiene estas páginas, son una expresión más de esta preocupación, del amor por los más necesitados, por los que se quedaron en las cunetas de la vida, de los que no cuentan, de los descartados. Es una nueva oportunidad que el Papa no desaprovecha para dar voz a los que no la tienen.
El Papa habla de dignidad, de vergüenza, de exclusión, del pecado de la mala distribución de las riquezas, de la propiedad privada y del uso universal de los bienes, de los hombres de la calle y de la importancia de la familia, habla de acoger, de acompañar, de cuidar, explica para todos el contenido y el sentido de su aportación a la DSI; además, sin falsas contemplaciones tampoco hacia los pobres: el camino es salir de ahí, y tú puede, con la ayuda de los demás, pero puedes. La esperanza es un regalo, un don precioso que hay que cuidar cada día.
En todas las respuestas, pienso en las que hace referencia a un problema tan presente y acuciante hoy, como la salud mental, el Papa llama siempre al sentido. El sentido que está en Dios, por eso el camino del hombre al sentido es la santidad. “Es difícil dejarse amar por el amor. Es difícil, pero ¡es tan bello!”
En muchas ocasiones las entrevistas del Papa están rodeadas por la polémica, no obstante, el Papa quiere correr ese riesgo, y concede entrevistas varias a medios de comunicación de procedencias e idearios muy distintos. Estoy seguro que él sabe el riesgo que tiene una entrevista, pero es más fuerte en él el deseo de acercarse y dialogar con el hombre de hoy que lo que puedan generar sus opiniones. El Papa suele repetir, y yo se lo he oído personalmente, que el leguaje de la cercanía es un lenguaje universal que entiende todo el mundo por encima de ideas, sentimientos, o creencias. Por eso, en las entrevistas de Francisco, si importantes son las respuestas, no lo es menos el lenguaje no verbal, su expresión, su tono de voz, su mirada que acoge al que pregunta, aunque lo que pregunta sea comprometido. Podrás estar de acuerdo o no, pero te ha escuchado y acogido. En una palabra, te ha hecho sentirte importante.
Me he sentido conmovido leyendo estas páginas al ver la delicadeza de Francisco al responder a las preguntas de los pobres, preguntas sencillas y profundas, no importa que sean muy personales o de cuestiones relacionadas con la Iglesia y con el mundo. Responde siempre y responde a todos. Habla de lo que le gusta, y también de sus defectos, hasta de su confesión, habla de la fe y del sufrimiento. Al Papa le sobrecoge la humanidad, es lo que verdaderamente le mueve, esa humanidad que tiene su fuente y su destino en Dios, en el Dios hecho hombre en Cristo, nuestro hermano.
El diálogo que contienen estas páginas es una verdadera conversación con el Papa. Al final puedes decir que lo conoces un poco más, que es más parte de ti, de tu familia. Permítaseme citar como ejemplo la respuesta de Francisco a la pregunta ¿Cuál es su mayor deseo como Papa? Contesta sencillamente: “Ser un buen sacerdote. Eso es lo que me viene. Nunca me he hecho esta pregunta, pero mi respuesta me sale del corazón”.
Agradezco a la asociación Lázaro esta iniciativa de entrevista-encuentro con el Santo Padre, y el regalo que nos hace con su publicación, ahora también para los lectores de lengua española. El agradecimiento a la familia “Lázaro” se hace extensivo a la labor que realizan a favor de los más vulnerables de la sociedad. Es una asociación creada en Francia en 2011 para ofrecer un techo a la gente de la calle y dar un hogar a los que viven el desarraigo comunitario que los ha excluido de las relaciones sociales. Son hogares compartidos con jóvenes estudiantes o profesionales que reconstruyen lo que estaba destruido haciendo de los hogares lugares para compartir y crear amistad. Conocer esta realidad es una experiencia extraordinaria que recomiendo a todos.
El Papa en la audiencia concedida a la Asociación Lázaro el 28 d agosto de 2021, les insiste: “Lo peor que le pude suceder a Lázaro es olvidarse de que es pequeñito, porque si se hace grande en el corazón por el poder, por la soberbia, por la complacencia, el árbol no va a crecer y la masa no se levantará. La riqueza de ustedes no está en el banco, la riqueza de ustedes es ser pequeños”
Estoy seguro que la lectura de estas páginas será un momento de gozo y de descanso para los que se acerquen a ellas, no solo conocerán mejor al hombre que la Providencia ha colocado al frente de la Iglesia en este momento de la historia, sino que saldrán un poco mejores, que de eso se trata.
Al final de la entrevista alguien interpela al Papa: “Y usted Papa Francisco si tuviera alguna pregunta que hacer a las personas de la calle, ¿qué le gustaría preguntarles? La respuesta es: Vosotros, ¿qué esperáis de la Iglesia? “Qué creéis que la Iglesia podría hacer para estar todavía más a la escucha de los más pobres. Vosotros que habéis vivido la humillación y el abandono ¿qué deben saber la Iglesia y la sociedad de esta experiencia?”
Os invito a leer este libro que trasmite vida, autenticidad, generosidad, al tiempo que agradezco a todos los que han hecho posible que llegue hasta nosotros.
Ojalá, como nos dice el mismo Papa, que todos seamos capaces de abrir puertas, nunca cerrarlas, abrir el corazón para acoger y abrazar a todos, especialmente a los más pobres. Y no lo olvidemos, la puerta, insiste el Papa, es Dios
+ Ginés García Beltrán – Obispo de Getafe
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