La diócesis de Ciego de Ávila, en Cuba, reactivó la atención de la pastoral penitenciaria presencial en la Prisión Provincial de Canaletas, el 3 de noviembre del 2021, tras una larga pausa ocasionada por la pandemia del COVID-19.
Según informa la propia diócesis en una nota, “Jesús vive” es el nombre de la comunidad integrada por un grupo de reclusos que reciben asistencia religiosa en la Prisión Provincial de Canaletas de Ciego de Ávila.
“Se ha querido comenzar este tiempo de nuevos retos en la conversión de los encarcelados con el Sacramento del Bautizo que recibirá próximamente un grupo de presos. Ellos, al cerrar las visitas por la pandemia, estaban preparándose y desean continuar su camino catecumenal. También hemos querido retomar un curso a distancia de formación bíblica que coordinan en conjunto la pastoral penitenciaria y el centro de formación de la diócesis”, señala la declaración.
A pesar de no poder no poder verse y reunirse durante casi dos años “el trabajo de la pastoral penitenciaria en Ciego de Ávila no ha cesado en la asistencia a los reclusos”. En este periodo de pandemia, “el trabajo de la pastoral penitenciaria en Ciego de Ávila no ha cesado en la asistencia a los reclusos, quienes en ocasiones son desamparados o abandonados por familiares y amigos”. Asimismo, “nos hacíamos presente con el envío a la prisión, por medio de un canal oficial, de pequeñas jabas con alimento, aseo y todo lo que se podía conseguir o comprar”.
Ahora “es una gracia el que puedan volver los voluntarios visitadores de presos a las visitas programadas”. Finalmente, destacan “el agradecimiento de este sector tan vulnerable que no se cansa de repetirnos que en estos meses de tanta tensión la Iglesia Católica estuvo ahí a su lado rezando por ellos, dándoles aliento y esperanzas de vida y salvación a través de las llamadas telefónicas y de estas pequeñas acciones materiales”.