Los obispos de la Conferencia Episcopal de Cuba difundieron el pasado viernes 5 de marzo un mensaje tras la celebración de su Asamblea Ordinaria número 157, titulado “Desde El Cobre a nuestras comunidades”.
Los prelados, al finalizar la asamblea que tuvo lugar bajo la Virgen de la Caridad, también han recordado el 170º aniversario de la primera visita realizada por san Antonio Claret al santuario en la ciudad cubana.
Pensamiento y oración
Tras destacar la dificultad para todos del momento actual, los obispos advierten que piensan y rezan “especialmente por los que se han contagiado con la epidemia, así como por todo el personal de salud que los atiende y los científicos que han venido trabajando en busca de diversas vacunas”.
También lo hacen por los que “sienten el temor a contagiarse o a contagiar a los miembros más vulnerables de la familia” y por “el esfuerzo de ustedes para conseguir el pan, las medicinas y la fortaleza necesaria para vivir el día a día”.
Del mismo modo, agradecen “la disponibilidad y generosidad de servicio con la que tantos de ustedes comparten el pan, las medicinas y el ánimo con aquellos que más lo necesitan”.
Domingo y familia
El episcopado manifiesta compartir “la pena de muchos al no poder reunirse en los templos y casas de misión para las celebraciones habituales del domingo como día del Señor”, dado que “en cualquier circunstancia el domingo es el día de la alabanza, de la acción de gracias y del compartir en familia”.
Por ello, exhortan a los fieles a crecer ante la dificultad, y les invitan a “hacer de sus familias una pequeña iglesia, una comunidad doméstica donde se rece el Padre Nuestro y el Ave María, se lea la Palabra de Dios, y donde con mayor intensidad le presentemos a Dios las necesidades de todo nuestro pueblo. No olvidemos que ‘la familia que reza unida, permanece unida’”.
Tiempo de Cuaresma
Los prelados recuerdan también el tiempo litúrgico actual de Cuaresma: “Los cuarenta días de preparación a la conmemoración anual de la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo nuestro Señor, que hacemos en la Semana Santa”.
Y se muestran convencidos de que, “unidos a Cristo en su entrega y amor en la cruz, participamos en su victoria sobre la muerte y el mal”: “¡La fe renovada en Cristo, muerto y resucitado por nosotros, llena nuestros corazones de esperanza y nos hace vivir todas las realidades de nuestra existencia confiados en el amor del Señor!”.
Seguridad en la Virgen
Igualmente, en su mensaje subrayan su seguridad en que “la Virgen de la Caridad, al igual que ha acompañado a nuestro pueblo a lo largo de su historia, está también ahora a nuestro lado”. Ella, prosiguen, “conoce nuestras ilusiones, angustias y esperanzas”.
“¡Dejemos que la Virgen nos llame a que levantemos el corazón a Dios como se nos pide en cada Misa, y que nosotros, con toda confianza, le contestemos que nuestro corazón ‘lo tenemos levantado hacia el Señor’”, concluyen los obispos.
