Cómo descubrí a the Road to Recovery

Soy Doctor en Derecho y Ciencias Sociales o sea abogado y todos los temas jurídicos y de actualidad me interesan, por lo que leo habitualmente la prensa tanto nacional como internacional.

Y solo observo guerras y violaciones a los más elementales principios de Derecho que aprendí en mis lejanos años de estudiante en la Facultad de Derecho de la Universidad de la República, laica y estatal, con un mal entendido monopolio de la enseñanza universitaria y entonces la única existente. Por lo tanto, recibí una formación no religiosa en dicho instituto. Recién este monopolio mal entendido se rompió con la autorización de la Universidad Católica del Uruguay de la que luego fui Profesor. Estoy jubilado, pero veo con estupor también que, en la aplicación concreta del derecho, serias falencias en prácticamente todos los países y una decadencia en la formación de abogados, jueces y fiscales. No obstante, siempre hay honrosas excepciones en dichos cargos, ocupados por colegas más jóvenes en general, que suplen con estudio propio lo que no se les imparte adecuadamente.

Antes que la aparición de las Universidades, existía gente autodidacta que precisamente fue la que fundó esas Universidades en la Edad Media.

Dicho esto, veo con especial interés lo que ocurre en Polonia y Ucrania, tierra natal de mi padre, nacido en una localidad ex austríaca hasta 1918, luego polaca y desde 1945 soviética hasta 1991 en que Ucrania se independizó.

Y sólo observo más de lo mismo: un corredor sin fronteras naturales en guerra, actual (Ucrania) o potencial, (Polonia) que históricamente fue la entrada de diversas invasiones hacia Europa y más recientemente pero que lleva ya varios siglos, un enfrentamiento entre Rusia y Alemania los dos grandes invasores históricos. Hoy son los rusos……mañana no se sabe. Hasta Napoleón estuvo también.

Y tanto es esta realidad que mi padre nacido en 1925, en la región de Galicia, era oficialmente polaco, pero mis abuelos hasta 1918, austríacos y él se sentía austro polaco  .

Pero como mi padre emigrado niño a Montevideo, Uruguay, era a su vez judío de nacimiento, converso al catolicismo en Montevideo, Uruguay en 1950, vio nacer al Estado de Israel en 1948, siendo judío de sangre y de iure, un tema que fue objeto de discusión en la interna judía entre sionistas y anti sionistas, que no querían el Estado de Israel, por considerarlo que no era el adecuado y otros, como mi familia ortodoxa en parte, el no querido por Dios. Los sionistas básicamente eran los seculares, seguidores de las teorías de Herzl, quien hasta inventó un nuevo idioma, el hebreo moderno, que mi progenitor no entendía, y solo lo leía sin comprender, insisto, cuando aparecían noticias de Israel en la prensa.

Entonces el tema judío e israelí me interesa, aunque soy católico practicante convencido, hijo de madre española, nacida en Galicia, España, un país que por supuesto me interesa muchísimo porque opté en su momento por la nacionalidad española y la vecindad civil gallega sin dejar de ser uruguayo pudiendo también optar por una tercera, la polaca, por mi padre, aunque curiosamente él dejo de ser judío de iure, desde 1950, y serlo solo de sangre. Por dicha razón es que indiqué que él vio nacer siendo judío de iure nacer el Estado de Israel. El Estado de Israel no nacionaliza a los mamzers o traidores, que han optado por otra religión, pero le dejan un único derecho: ser enterrado en un cementerio judío en el sector mamzers o traidores. Qué curioso¡¡ No hay libertad religiosa!!

Pero yo muy orgulloso de mis dos sangres, judía y española, aunque católico practicante. No soy judío ni deseo serlo, por Hallajah porque mi madre no era judía.  Bueno, pero hay gente tolerante también. Entre los judíos. Recuerdo con gran cariño a mi tía preferida ya fallecida, la hermana menor de mi padre. ….

En este contexto complejo, porque la etnia judía es muy complicada, razas puras no existen, como creía el nazismo antisemita, etc., ante una guerra cruel que se desarrolla a lo largo de los años entre Israelíes, no todos judíos, hay árabes y cristianos, y los Palestinos, árabes musulmanes y cristianos, culpa de los líderes de ambos bandos, con excepciones honrosas por supuesto, como el ex Presidente egipcio Anwar el Sadat quien pagó con su vida la paz con Israel y su primer Ministro Menachem Begin, ante el último episodio en Gaza, entre Hamas gobernante en la franja e  Israel , mejor dicho su gobierno de turno,  además de Hezbollah , desde el Líbano etc., o sea, líderes , no entre pueblos descubrí con alegría a The Road to Recovery, una ONG o Asociación israelí , no politizada, ayudando a los palestinos para brindarles asistencia médica , sin preguntar su religión, hay musulmanes y cristianos, lo que me motivó ponerme en contacto con ellos y con su actual CEO, Yael Noy , madre de cuatro hijos, con padres desplazados por los ataques de Hamas, sobrinos en el ejército de Israel , y muchas veces ella como los otros miembros de esta organización, mal mirados cuando pasan los puestos de control entre Cisjordania  e Israel ya que a Gaza ya no pueden ir  ahora.

Y siguen para adelante, a pesar de que algunos de sus miembros han fallecido víctimas de Hamas también.

The Road to Recovery (El camino a la Recuperación) 

La web ww.theroadtorecovery.org.il habla por sí sola de lo que hacen estas buenas gentes, fomentando incluso la buena convivencia y entendimiento entre palestinos e israelíes.

NECESITAN DONACIONES

Transportan pacientes palestinos hacia y desde los cruces fronterizos para recibir tratamiento en hospitales israelíes.

El viaje desde el cruce fronterizo es prácticamente imposible para los cientos de padres de niños enfermos, debido tanto a los gastos como a la complejidad logística. Los padres quedan completamente indefensos ante la enfermedad de sus hijos. La Autoridad Palestina financia el tratamiento hospitalario, pero llegar y salir del hospital sigue siendo una barrera enorme y a menudo insuperable.

 Con la ayuda de los voluntarios de Road to Recovery, este viaje se vuelve simple y factible. Y al realizar ese simple acto de bondad, se crea un fuerte vínculo de nueva calidez y amistad, que reemplaza la sospecha y la duda que están demasiado presentes.

Dr. Pablo Santiago Hübner Varela – Montevideo, Uruguay, América del Sur