Monseñor José Libardo Garcés Monsalve, obispo de la diócesis colombiana de Cúcuta, situada en la frontera con Venezuela, ha mostrado su rechazo a “los actos de violencia que atentan contra la vida humana”, tras el atentado que se registró en la mañana del 14 de diciembre en el Aeropuerto Internacional Camilo Daza. Este dejó como saldo tres personas fallecidas, informa un comunicado de la propia diócesis.
Rechazo ‘con vehemencia’ de la violencia
El prelado ha señalado que “en nombre de esta Iglesia particular rechaza con vehemencia los hechos de violencia en contra de la vida humana y la tranquilidad de la sociedad civil, que se registraron en la mañana de este martes 14 de diciembre en el Aeropuerto Internacional Camilo Daza y un sector aledaño”.
De este modo, desde la diócesis se hace un llamado “a la reconciliación y al desarme de los corazones de los violentos que intentan destruir el invaluable don de la vida”. “Pedimos con urgencia seguir construyendo el camino hacia la paz, que no sea vulnerado con este tipo de hechos que traen más dolor e incertidumbre a esta región del país que ha sido por años fuertemente golpeada por la violencia”, añade.
Restauración de la dignidad humana
Igualmente, se lee en el texto, “acompañamos con la oración a las familias de los integrantes de la Fuerza Pública que hoy sufren la pérdida de sus seres queridos a raíz de este hecho”. Además, se invita “a los fieles bautizados a seguir unidos en Cristo Jesús, Príncipe de la Paz, para que, Él que es el Camino, la Verdad y la Vida, nos conduzca hacia la restauración de la dignidad humana”.
Según ADN CELAM, sistema informativo del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), las primeras investigaciones apuntan a la presencia de una maleta en las inmediaciones de dos aeronaves oficiales que estaban en el aeropuerto. La situación quedó registrada en un video y las imágenes constituyen la base del material probatorio que permitirá definir los presuntos responsables y si hubo cumplimiento rigoroso de los protocolos establecidos por las autoridades cuando existe una amenaza terrorista.
William Bareño y David Reyes, fueron los dos uniformados que perdieron la vida y que recientemente habían recibido una distinción por sus tareas en el proceso de desminado en el departamento de Norte de Santander y la región del Catatumbo; lo que certifica su experiencia en el manejo de estas situaciones.