En el marco de la 112 Asamblea plenaria de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), los obispos del país han emitido un mensaje con motivo del año electoral que culminará el próximo domingo 29 de mayo con las Elecciones presidenciales. En el mismo, destacan la actual convulsión social vivida por “la inequidad, la corrupción, la devastadora acción del narcotráfico y del microtráfico, la pobreza y la violencia”, y llaman al fortalecimiento del sistema democrático y el desarrollo integral de la población.
A los ciudadanos
Los cuatro primeros puntos del mensaje episcopal son un llamamiento a los ciudadanos colombianos, a los que invitan a “identificar líderes honestos y competentes, capaces de promover el bienestar de todos los colombianos” en las elecciones generales, así como hacer sentir a los candidatos sus “necesidades” para que ellos respondan a las mismas con sus programas legislativos.
También exhortan a los votantes a “participar activamente con el voto libre y responsable” y “favorecer el espíritu democrático y reclamar del Gobierno las garantías para prevenir todo tipo de delito electoral”.
A los políticos
Por lo que respecta a los líderes del ejecutivo, los prelados colombianos les llaman a “encontrar en el bien común la mayor motivación para su servicio”, especialmente para atender a los más necesitados, y a “ejercer un liderazgo capaz de incluir a todos en un proyecto de nación que cuide la paz, acreciente la confianza en las instituciones y en el prójimo”.
Del mismo modo, les animan a “impedir toda forma de corrupción” y a “desarrollar las campañas electorales en el marco de la veracidad y la mesura, con un espíritu constructivo, evitando alimentar lógicas cerradas, odios o polarizaciones”.
Al pueblo colombiano
Las últimas claves del mensaje episcopal hablan directamente a los ciudadanos colombianos, a los que piden “construir con decisión y sin miedo un país mejor, permitiendo que nuestras profundas raíces cristianas nos muevan cada vez más a la práctica de la justicia, al diálogo y a la fraternidad”.
Y también “promover el respeto a la vida humana en todas sus etapas y expresiones, la protección de la familia, el derecho de los padres a educar a sus hijos, la libertad de conciencia y el cuidado de nuestros ecosistemas”, rechazar la intolerancia y la violencia, y por último “mirar con esperanza el futuro de Colombia”.