En esta segunda jornada en Nicosia la primera actividad programada del Papa Francisco ha sido una visita de cortesía a Crisóstomos II, arzobispo de Nueva Justiniana y de todo Chipre, máxima autoridad de la Iglesia Ortodoxa autocéfala del país, en el Palacio del Arzobispal Ortodoxo de Chipre.
Crisóstomos II
Nació en Tala, Pafos, el 10 de abril de 1941. Ordenado diácono el 3 de noviembre de 1963, estudió en la Escuela de Teología de la Universidad de Atenas. Fue ordenado sacerdote el 12 de noviembre de 1972 por el entonces arzobispo de Chipre Makarios III. De 1972 a 1978 fue aegumen (abad) del Monasterio de San Neófito en Pafos. El 26 de febrero de 1978 fue elegido Metropolitano de Pafos, cargo que ocupó hasta su elección como arzobispo de Nueva Justiniana y todo Chipre en octubre de 2006.
Anteriormente había desempeñado este cargo como “locum tenens” de Crisóstomo I, que estaba gravemente enfermo en ese momento, y en calidad de tal representó al Santo Sínodo de la Iglesia Ortodoxa de Chipre en los funerales de san Juan Pablo II el 8 de abril de 2005 y en la Misa de inicio del pontificado de Benedicto XVI el 24 de abril de 2005. En respuesta a este gesto fraternal, Benedicto XVI envió una delegación a la ceremonia de entronización de Crisóstomo II en la catedral de Lefkosia.
Crisóstomo II se reunió posteriormente con Benedicto XVI en tres ocasiones: el 16 de junio de 2007, cuando fue recibido en audiencia en el Vaticano y firmó una Declaración Conjunta con el Pontífice; el 5 de junio de 2010 con motivo del Viaje Apostólico del ahora papa emérito a Chipre, cuando le entregó el Instrumentum laboris de la Asamblea Especial del Sínodo de los Obispos para Oriente Medio, que tuvo lugar en octubre de ese año; y el 28 de marzo de 2011 de nuevo en el Vaticano.
Reforzar las buenas relaciones
Efectivamente, el primer papa que visitó Chipre fue Benedicto XVI en 2021. Ese viaje demostró las buenas relaciones ecuménicas que aún existen entre el Vaticano y la Iglesia Ortodoxa Chipriota.
Este nuevo encuentro de Francisco, seguido del otro con el Santo Sínodo ortodoxo chipriota, constituyen gestos ecuménicos para continuar afianzando las relaciones entre católicos y ortodoxos en este país.
Firma en el libro de honor
Poco antes de las 8:30 hora local (las 7:30 en Roma), el Santo Padre ha sido recibido a la entrada del Palacio Arzobispal por un representante del Santo Sínodo. Después, Crisóstomos ha dado la bienvenida a Francisco y se ha producido la presentación de las distintas delegaciones presentes.
Durante el posterior encuentro privado, el Pontífice ha firmado en el Libro de Honor de este lugar y se ha dirigido a la catedral ortodoxa para encontrarse con el Santo Sínodo.
Durante el posterior encuentro privado, además de conversar unos minutos, el Pontífice ha firmado en el Libro de Honor: “Peregrino en Chipre, perla de la historia y de la fe, invoco de Dios la humildad y el coraje para caminar juntos hacia la plena unidad y dar al mundo, a ejemplo de los Apóstoles, un mensaje fraterno de consuelo y un testimonio vivo de esperanza.
Su Beatitud, gracias por hablar de la Madre Iglesia en medio del pueblo. Este es el camino que nos une como pastores. Avancemos juntos por este camino.
Y muchas gracias por hablar de diálogo. Debemos avanzar siempre por el camino del diálogo, un camino laborioso, paciente y seguro, un camino de coraje. ‘Parresía y paciencia’ (en griego)”.
Al finalizar este encuentro, el Santo Padre se ha dirigido a la catedral ortodoxa para encontrarse con el Santo Sínodo.