El director de la Oficina de Prensa del Vaticano, Matteo Bruni, informa en un comunicado que, “en las próximas semanas”, 12 refugiados en Chipre serán trasladados y acogidos en Italia, “un gesto humanitario” y una especie de continuación del viaje del apostólico del Papa Francisco a este país.
Se trata de un “signo de la atención del Santo Padre hacia las familias y las personas migrantes”, describe Bruni. Asimismo, indica que algunos de ellos son migrantes a los que Francisco saludó al final de la oración ecuménica que tuvo lugar el 3 de diciembre de 2021 en la iglesia de la Santa Cruz de Nicosia, Chipre.
“Su traslado y acogida será posible gracias a un acuerdo entre la Secretaría de Estado, las autoridades italianas y chipriotas”, con la colaboración de la Sección para los Migrantes y Refugiados del Dicasterio para el Desarrollo Humano Integral de la Santa Sede y la Comunidad de Sant’Egidio.
Migración en Chipre
La división de la isla de Chipre está indirectamente relacionada con el problema de los inmigrantes, que desembarcan sin controles en la parte turca, para acabar en la parte griega, que es territorio de la Unión Europea (UE). Estas cifras no son muy significativas en términos absolutos, pero sí pesan en términos porcentuales, teniendo en cuenta que la población de la parte griega de Chipre es de unos 800.000 habitantes y que, según los acuerdos, el país puede acoger un máximo de 1.000 refugiados.
Sólo hay un campo de refugiados en la isla. Cáritas y las Hermanas de San José, que tienen un centro en Nicosia, al que llegan principalmente asiáticos, se encargan de la acogida.
Con Andrea Acali