Finalizada la 122 Asamblea plenaria de la Conferencia Episcopal de Chile (CEC), celebrada del 13 al 16 de abril de 2021, los obispos han emitido un mensaje para compartir sus reflexiones sobre la pandemia, la realidad de los migrantes, la nueva constitución, las víctimas de abuso, el discernimiento eclesial y el servicio a los pobres.
Apoyo a los más vulnerables
Los prelados chilenos resaltan la situación de pobreza, precariedad y problemática en la salud que vive el pueblo de Chile, realidad frente a la que aseguran continuarán “con nuevas fuerzas las diversas campañas solidarias, a nivel nacional y diocesano a través de la red Caritas, para apoyar a las familias de mayor vulnerabilidad”.
En esta línea, reiteran su gratitud al “personal sanitario, a los servidores públicos y voluntarios que siguen entregando su mayor esfuerzo”, muestran su contrariedad frente a la poca altura alcanzada ante la pandemia de los líderes políticos, e invitan a las personas a “cuidarse, respetando las medidas sanitarias, y especialmente a no exponer a riesgos a los más vulnerables”.
Protección de migrantes
La CEC también han destacado la situación que viven los migrantes, “primeros en perder su trabajo y han quedado en la más completa indefensión”. Siguiendo la visión del Papa Francisco, invita a “acogerles como quisiéramos ser nosotros mismos acogidos, a proteger sus derechos y su dignidad, a promover su desarrollo e integrarlos plenamente en la sociedad”.
“Reconocemos en la nueva ley que se ha presentado un marco para generar una migración segura, ordenada y regular. Valoramos el proceso de regularización que se ha abierto para una parte importante de ellos y hacemos un llamado a extenderlo a todos los que se encuentran en esa situación, en particular a las familias que han venido con sus hijos y a quienes tienen familiares residentes en Chile”, sostiene.
Erradicar el flagelo del abuso sexual
El episcopado chileno apunta también que, con respecto al abuso sexual en contextos eclesiales, es firme su “conciencia de que este flagelo contradice el Evangelio y debemos erradicarlo. Porque nos duele inmensamente que esto haya ocurrido, en esta asamblea dimos un nuevo paso en la búsqueda de criterios comunes para ofrecer una reparación integral a las víctimas de abuso sexual en contextos eclesiales”.
“Reiteramos nuestra decisión de estar cerca de las victimas, acompañarles y colaborar en todo lo que podamos para su reparación integral por los daños sufridos, conscientes de que es mucho lo que tenemos que aprender de lo que han vivido hermanos y hermanas nuestros”, se lee en el texto.
Procesos sinodales
Los obispos también han informado de que “dos importantes procesos sinodales de escucha y participación están en marcha”: El primero es el del “discernimiento para la renovación de la Iglesia”, que se inició en 2018 con los objetivos de la conversión y la renovación: “Un hito de ese proceso será la tercera Asamblea Eclesial Nacional que esperamos recoja el año 2022 los frutos de este discernimiento”.
Por su parte, continúan, el Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM) “ha convocado a una Asamblea Eclesial de carácter continental para noviembre de 2021, y desde nuestro país estamos invitando a una amplia participación de las personas y comunidades”.
Escucha humilde de los pobres
Como último punto, la CEC manifiesta que “en estos meses tan complejos por el extraordinario contexto de la pandemia, nos interpelan y desafían como pastores situaciones graves y delicadas, como la violencia latente y patente que genera un ambiente de temor, aislamiento y una constante reacción de odiosidad de unos contra otros”.
“Fraternalmente hemos dialogado en esta asamblea sobre cómo ejercer mejor nuestro servicio, escuchando con humildad a todos. Hoy, en momentos de dolor, nuestro lugar está en medio de los pobres y sencillos, en las parroquias y comunidades, junto a los enfermos y las familias que han sufrido y siguen sufriendo. Por fidelidad a Dios y amor a Chile estamos llamados a respetar y cuidar la vida como la dignidad de toda persona”, finaliza el mensaje.