El pasado miércoles 2 de junio de 2021, los obispos del Comité Permanente de la Conferencia Episcopal de Chile (CEC) emitieron una declaración en la que valoran el anuncio sobre la urgencia de la Ley de matrimonio igualitario que ha hecho el presidente de la República como prioridad en los últimos meses de su mandato.
Dividido en cinco puntos, el mensaje del Episcopado chileno comienza señalando que “la profunda crisis sanitaria provocada por la pandemia y sus consecuencias económicas, sociales y emocionales ha situado a amplios grupos de chilenos en extrema precariedad, quienes esperan de sus autoridades medidas y acciones decididas de ayuda, sobre todo en beneficio de los más vulnerables”.
Reflexión sobre el matrimonio
Analizando la última propuesta del presidente del Gobierno, la CEC manifiesta que “los que seguimos a Jesucristo como Salvador y Señor y nos guiamos por su enseñanza, sostenemos la certeza de que el matrimonio establecido y querido por Dios es sólo entre un varón y una mujer, comunión que gesta vida y fundamenta la familia”.
Asimismo, el texto de los obispos hace referencia la Exhortación Apostólica Amoris laetitia del Papa Francisco, que afirma que “no existe ningún fundamento para asimilar o establecer analogías, ni siquiera remotas, entre las uniones homosexuales y el designio de Dios sobre el matrimonio y la familia”, lo que no va en contra de que “toda persona, independientemente de su tendencia sexual, ha de ser respetada en su dignidad y acogida con respeto, procurando evitar todo signo de discriminación injusta”.
Respuesta del Vaticano sobre uniones del mismo sexo
A través de un ‘Responsum ad dubium’, la Congregación para la Doctrina de la Fe publicó el 15 de marzo la respuesta a una duda presentada. En este documento se aclara que la Iglesia no tiene el poder para impartir bendiciones a las uniones de personas del mismo sexo y, por tanto, no es lícito impartirlas.
El texto indica que el Papa Francisco fue informado y “ha dado su asentimiento” a la publicación de la respuesta y de la nota explicativa que la acompaña y que fue por el prefecto, el cardenal Luis Ladaria, y por el secretario, monseñor Giacomo Morandi.