“No podía ni cerrar los ojos en Misa, por mi estado interior, pero en poco más de una semana, la Eucaristía me sanó”. Estas han sido las palabras de Pietro Ditano, cuyo testimonio de conversión cuenta en esta entrevista, donde además anuncia el estreno de su primer documental, ‘El beso de Dios’ que habla precisamente sobre el misterio de la Eucaristía.
Al joven Pietro Ditano no le resultaba nada interesante el cine documental y mucho menos los temas relacionados con la religión. Hoy, el ex modelo y actor converso estrena su primer largometraje relacionado con el misterio de la Eucaristía.
Para el documental ha contado con personalidades el mundo católico tan destacadas como Raniero Cantalamesa, Emerson Fittipaldi, o el actor Pietro Sarubbi que interpretó a Barrabás en “La Pasión” de Mel Gibson. En el documental, también ha participado el escritor y teólogo, Scott Hahn y el célebre actor mexicano Eduardo Verástegui, que actuará en el papel de narrador. Como colofón final, la presencia de Andrea Bocelli, cantante y productor musical ha sido pieza clave para el montaje final del documental.
En la entrevista realizada por Exaudi, Pietro Ditano describe no saber con certeza el motivo por el cual ha elegido el título del documental, porque como explica, “dudé profundamente de la veracidad de la Eucaristía”. Sin embargo, se ha convertido en el tema principal de su largometraje.
A continuación, la entrevista completa a Pietro Ditano ofrecida por Exaudi:
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Exaudi: ¿Por qué has elegido la Misa como tema principal de tu documental y qué significado tiene ‘El beso de Dios?
Pietro Ditano: La verdad es que no lo he elegido. Me confirmé ‘tarde’, acabando la universidad, y ese año tuve una crisis de fe fuerte. Como me cuestiono las cosas, menos mi fe en Jesús, que siempre ha sido para mí la piedra angular, dudé profundamente de la veracidad de la Eucaristía. Cuando estaba dispuesto a dejarla, sumado a otra crisis personal (había dejado la escuela de actores a mitad de curso, dejé la universidad por segunda vez, perdí a varios seres queridos, me enfermé…), me salió cuando leía el evangelio de noche: el que come mi carne y bebe mi sangre, habita en mí y yo en él.
Estaba tan destrozado por dentro (en el proceso actoral es frecuente tener que recurrir a terapia), por todas las cosas que se mueven, que ¡era justo lo que necesitaba oír! Abandoné cualquier duda humana y comencé a presentarme en Misa con la certeza de que si comulgaba, Jesús iba a habitar en mí. Y así fue no podía ni cerrar los ojos en Misa, por mi estado interior, pero en poco más de una semana me sanó.
Ni la psicóloga con la que hablaba por teléfono, ni mi familia, que trató de ayudarme como buenamente pudo, ni mis amigos, que no me comprendían los pobres, me aportaban apenas consuelo o solución. Pero, sin embargo, esa Misa diaria, por consejo de un amigo sacerdote, me sanó por completo. Pude volver a Madrid, retomar la carrera y sacar incluso las mejores notas que había sacado hasta entonces y me confirmé, claro.
Lo más duro fue que, fruto del reciente inicio de mi proceso conversión, había caído en un desequilibrio. Rezaba mucho, dormía poco y no hacía nada de caridad. Quería irme con Dios y no me interesaba el mundo. Me enseñaron que el temor de Dios, que ya tenía, y obrar la justicia (la caridad), es lo que conquista la simpatía de Dios. Pero el trabajo actoral, donde estaba haciendo músculo con emociones oscuras, había creado dentro de mí un león que era lo opuesto a lo que yo quería vivir. Sólo la Misa me sanó de ese odio. Cuando le conté algo de esto a un sacerdote, me dijo que el sueño de su vida era hacer una película sobre la Eucaristía, y ahí comenzó todo. Supongo que ‘El beso de Dios’ recoge todo esto.
Exaudi: ¿Qué se va a encontrar el católico pero que va a descubrir también sobre la Misa aquellos católicos “no practicantes” sobre este acto litúrgico tan importante?
Pietro Ditano: Más que un rito litúrgico es un árbol con raíces inimaginablemente profundas, que nos conectan con el jardín del Edén. Se trata de la puerta al sentido más profundo de nuestra existencia: hacernos uno con Dios. La palabra de Dios es lo que nos da la sabiduría, y comer su carne y beber su sangre es lo que posibilita que podamos permanecer en él y él en nosotros. La vida es muy dura; no hay forma humana –o por lo menos no la conozco- de permanecer en el camino del bien sin estar habitados por Dios. Los tiempos son difíciles, y toda ayuda es poca. Aunque la fe mueve montañas.
El creyente y el no creyente se van a encontrar con un tesoro de la Escritura y con la majestuosidad de la obra de Dios. Vamos a poder entrar a descubrir cuál es el sentido bíblico del sacrificio desde la Creación del mundo hasta nosotros, y atisbar cuál es el lugar que la Misa ocupa en todo esto.
Estamos en los tiempos de la nueva alianza, y no sabemos ni lo que es; yo, el primero. Pero en estos tiempos Dios derrama su Espíritu sobre toda carne -a diferencia del pasado, donde estaba reservado a los profetas, etc.-, y entrar en esta dimensión nos cambia por completo la vida. La sangre de Jesús es el sello con que se firmó esa alianza, y beber de ese cáliz es nuestro ‘sí quiero’ en nuestro matrimonio con Dios. No es ninguna broma… y lo vivimos como si nada. Esto posibilita la comunicación con Dios.
Exaudi: De todos los testimonios con los que has contado en el documental, ¿cuál ha sido el que te ha aportado una clave desconocida para ti?
Pietro Ditano: El de Emerson Fittipaldi, probablemente. Es evangélico, y aunque no propuse yo el entrevistarle [y tuve que hacerlo sin dormir], me encontré con un auténtico apóstol. Tiene una humildad increíble y se le ve un hombre que ha vivido y vive de cerca la obra de Dios. Los otros tienen cosas maravillosas, pero quizá el que más me acarició el alma fue el encuentro con él. Quizá por lo inesperado. Había mucha ternura también en lo que decía y en cómo lo decía.
Exaudi: En el documental están muy presentes los jóvenes y la naturaleza. ¿Qué papel juegan estos dos elementos en el transcurso de la historia y en la propia historia de la Iglesia?
Pietro Ditano: Los jóvenes son la alegría de la vida (junto con los niños, claro). No fue idea mía el incorporarlos, pero, aunque tenemos auténticos titanes [en cuanto a los demás entrevistados] la verdad es que me han comentado, quienes han visto algo del documental, que son precisamente los jóvenes lo que más les ha llegado -y eso que son ‘anónimos’.
A ambos, Bea y Fer, que son amigos, les tengo mucho cariño y les estoy muy agradecido. Les mando un abrazo grande por si lo leen. La naturaleza virgen es la obra de Dios en estado puro. Conociendo una obra, hueles algo del autor, y la naturaleza es la mayor obra de creatividad jamás hecha. Soy un admirador absoluto e incansable de sus detalles, matices, formas, colores, sonidos, movimientos, combinaciones de color… te puedes pegar un éxtasis poético contemplándola. Francisco de Asís nos puede contar algo de esto.
Exaudi: ¿Consideras el cine una buena herramienta de evangelización y qué temas crees necesarios seguir tratando?
Pietro Ditano: Creo que la única herramienta buena para anunciar la buena noticia es el Espíritu Santo. El Espíritu es libre, es creativo, nos habita por el bautismo, y como dijo Jesús: Si, pues, vosotros -donde me incluyo-, malos como sois, sabéis dar buenos regalos a vuestros hijos, ¿cuánto más el Padre del cielo dará el Espíritu Santo a los que se lo pidieren? Por tanto, está ahí disponible para quien lo quiera.
Todo aquel que está en el Espíritu y se siente movido a hacer obras buenas para el Señor (sugiero que con la ayuda del discernimiento), ¡ésa es la buena herramienta! Porque es la que Dios quiere. El medio donde eso se haga, es algo anecdótico, en mi opinión. Y sobre los temas, lo mismo. Estando en Él, ya Él se ocupa de proponernos los temas ¡Gracias! El Señor nos bendiga y guarde.
‘El beso de Dios’, el documental de Pietro Ditano sobre la Santa Misa se estrena el 22 de abril. Conoce más información a través de su página web.
