Tras el rezo del Ángelus, de este domingo, 13 de junio de 2021, el Papa Francisco expresó su cercanía al pueblo de Tigray, en Etiopía, por la grave crisis humanitaria de los más pobres. El Santo Padre recordó también el Día Mundial contra el Trabajo Infantil, celebrado ayer sábado 12 de junio de 2021.
“Esta tarde tendrá lugar en Augusta, en Sicilia, la ceremonia de acogida de los restos de la barca que naufragó el 18 de abril de 2015. Que este símbolo de las muchas tragedias del mar Mediterráneo siga interpelando a la conciencia de todos”,indicó el Papa.
Finalmente,saludó a los peregrinos reunidos en la plaza de San Pedro deseando a todos un buen domingo.
A continuación, siguen las palabras del Papa según la traducción oficial ofrecida por la Oficina de Prensa de la Santa Sede
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Palabras después del Ángelus
Queridos hermanos y hermanas:
Estoy especialmente cerca de la población de la región del Tigray, en Etiopía, afectada por una grave crisis humanitaria que expone a los más pobres a la carestía. Hoy hay carestía allí, hay hambre. Oremos juntos para que cesen inmediatamente las violencias, se garantice a todos asistencia alimentaria y sanitaria, y se restablezca cuanto antes la armonía social. Doy las gracias a todos los que trabajan para aliviar los sufrimientos de la gente. Recemos a la Virgen por estas intenciones. Ave María…
Ayer se celebró el Día Mundial contra el Trabajo Infantil. No es posible cerrar los ojos ante la explotación de los niños, privados del derecho de jugar, de estudiar y de soñar. Según los datos estimados por la Organización Internacional del Trabajo, los niños explotados hoy para trabajar son más de 150 millones: ¡una tragedia! 150 millones: más o menos como todos los habitantes de España, Francia e Italia juntos. ¡Esto sucede hoy! Tantos niños padecen esto: son explotados para el trabajo infantil. Renovemos todos juntos el esfuerzo para eliminar esta esclavitud de nuestros tiempos.
Esta tarde tendrá lugar en Augusta, en Sicilia, la ceremonia de acogida de los restos de la barca que naufragó el 18 de abril de 2015. Que este símbolo de las muchas tragedias del mar Mediterráneo siga interpelando a la conciencia de todos y favorezca el crecimiento de una humanidad más solidaria, que abata el muro de la indiferencia. Pensémoslo: el Mediterráneo se ha convertido en el cementerio más grande de Europa.
Mañana se celebra el Día Mundial del Donante de Sangre. Doy las gracias de corazón a los voluntarios, y los animo a proseguir su obra, testimoniando los valores de la generosidad y de la gratuidad. ¡Muchas gracias, gracias!
Y saludo cordialmente a todos vosotros, procedentes de Roma, de Italia y de otros países, en particular a los peregrinos llegados en bicicleta desde Sedigliano y desde Bra; a los fieles de Forlì y a los de Cagliari.
Os deseo a todos un feliz domingo. Y, por favor, no os olvidéis de rezar por mí. ¡Buen almuerzo y hasta la vista!
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