El Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM) envió el pasado martes 13 de julio de 2021 un mensaje a los obispos del Episcopado de Cuba para exhortarles a la esperanza y solidarizarse con ellos “ante los hechos recientes que impactan la vida, la dignidad y la libertad de las personas, tras las jornadas de protesta”.
En su misiva, los prelados del CELAM aseguran que tampoco pueden “cerrar los ojos o entornar la mirada, como si nada estuviera sucediendo”. Asimismo, a través de monseñor Cabrejos, presidente del Consejo, y de Mons. Lozano, secretario general del mismo, se unen al llamado de la Iglesia cubana para que “la respuesta a los reclamos de la población no sea el inmovilismo”.
Como tampoco “contribuya a dar continuidad a los problemas, sin resolverlos, ni el endurecimiento de posiciones que pudieran dañar a todos”, añaden. Y también hacen suyo “el pensamiento del Papa Francisco que nos pide a todos escuchar los gritos de la población y solucionar los conflictos a través del diálogo”.
Soluciones
Los miembros del CELAM apelan “firmemente a las instancias gubernamentales la búsqueda de caminos de solución, pues sabemos que ninguna acción violenta o agresiva permitirá avanzar a nuestros pueblos por caminos de fraternidad, justicia y paz”, y animan a “continuar sosteniendo la esperanza del pueblo cubano fortaleciendo, como lo vienen haciendo la salvaguarda del bien común”.
“Cuenten con nuestra oración y cercanía y de manera muy especial les encomendamos a la Virgen de la Caridad, Madre del pueblo cubano”, concluyen.
Obispos llaman a construir la Patria sin exclusión
La Conferencia de Obispos de Cuba emitió el pasado lunes 12 de julio un comunicado en el que exhortan a construir la Patria buscando “acuerdos comunes y se den pasos concretos y tangibles que contribuyan, con el aporte de todos los cubanos sin exclusión”.
En el documento, los prelados expresan no poder “cerrar los ojos o entornar la mirada, como si nada estuviera sucediendo, ante los acontecimientos que ha vivido” el pueblo cubano el pasado domingo 11 de julio, en el que, a pesar de las restricciones por COVID, los ciudadanos salieron a la calle a manifestar “su malestar por el deterioro de la situación económica y social que vive nuestro pueblo y que se ha acentuado de manera significativa”.