Los católicos de Estados Unidos ofrecen esperanza y ayuda a países de África mediante contribuciones al Fondo de Solidaridad para la Iglesia en África, informa una nota del Episcopado Estadounidense (USCCB) difundida el 4 de agosto de 2021.
De acuerdo a la misma, cada año, muchas diócesis de Estados Unidos apoyan el Fondo de Solidaridad durante los meses de julio y agosto con colectas especiales en la misa dominical y a través de sus plataformas de donaciones online y electrónicas. Otras diócesis realizan una colecta en diferentes momentos del año o hacen una contribución directa en lugar de una recaudación.
“Las donaciones al Fondo de Solidaridad para la Iglesia en África apoyan la misión de la Iglesia de llevar esperanza, fomentar la comprensión y la curación entre los diversos pueblos y ayudar a difundir la Buena Noticia del amor y la misericordia de Dios a través de Jesucristo”, dijo el cardenal Joseph W. Tobin, de Newark, presidente del Subcomité de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos para la Iglesia en África. “La generosidad de los católicos estadounidenses tiene un impacto tangible y duradero en la vida de nuestros hermanos y hermanas católicos”, añade
Según la USCBB, desde el punto de vista económico y político, África es la zona más pobre y marginada del mundo. La pobreza endémica, los daños ecológicos, la mala gobernanza, los conflictos persistentes y los grandes desplazamientos de población asolan gran parte del continente.
“Sin embargo, África es también un continente de enorme vitalidad espiritual, donde el Pueblo de Dios -ordenados y laicos por igual- comparte el Evangelio con una alegría que debería inspirarnos a todos a hacer lo mismo”, dijo el cardenal Tobin. “Los donativos de los católicos estadounidenses al Fondo de Solidaridad proporcionan los recursos básicos que la Iglesia en África necesita en su misión pastoral para profundizar en la fe de su pueblo, evangelizar a sus vecinos, fortalecer su liderazgo y promover la paz y la justicia. Cada dólar que se recibe en la cesta o que se envía online a través de las plataformas de donación electrónica contribuye en gran medida a marcar una diferencia real en la vida de fe de personas, familias y comunidades de toda África”.
En 2020, las donaciones al Fondo de Solidaridad para la Iglesia en África disminuyeron drásticamente debido al largo período Misa presencial a causa de la pandemia de la COVID-19, al mismo tiempo que la necesidad en África aumentaba debido a la misma pandemia. Sin embargo, en 2020 el Fondo pudo apoyar estos otros ministerios críticos:
- En Camerún, país devastado por la guerra, 65 catequistas recibieron formación en asesoramiento sobre traumas y educación en derechos humanos, lo que les permitió ofrecer apoyo pastoral a las masas de desplazados que huyeron de los combates que destruyeron sus hogares y comunidades.
- En Burundi, la Conferencia Episcopal estadounidense está ampliando sus programas para proteger a los menores y a los adultos vulnerables de la violencia y los abusos sexuales, estableciendo un programa de divulgación en cada diócesis para concienciar y acabar con los abusos sexuales en la Iglesia y en la sociedad.
- En la República del Congo, un taller nacional de profesores de cuatro días revitalizará la enseñanza de la religión y tendrá un impacto en miles de estudiantes de todo el país.
- En Zambia, un país con tan pocos sacerdotes que los aldeanos a menudo pasan meses sin tener acceso a los sacramentos, los líderes laicos de dos conferencias bíblicas nacionales recibieron una instrucción intensiva para comprender e interpretar adecuadamente la Palabra de Dios.
