El cardenal Pedro Barreto, arzobispo de Huancayo-Perú y presidente de la Red Eclesial Panamazónica (REPAM), destaca que la sinodalidad es una dimensión constitutiva de la Iglesia que concierne a su naturaleza misma y a sus orígenes, informa una nota el citado organismo eclesial.
“La sinodalidad no es una invención del Papa Francisco, sino que es un retorno a las fuentes, con sustento bíblico, es sentirnos como pueblo en camino, siempre en movimiento y formando este espíritu de comunión”, expresó el cardenal durante su participación en el Seminario Virtual “Construyendo Nuevos caminos para la Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe” realizado el 28 de junio.
El purpurado insiste en que la sinodalidad es parte de la experiencia del pueblo de Dios que camina en la historia en fidelidad a Jesús, pero muy presente en esta realidad como un proceso de escucha, de discernimiento para responder a las necesidades actuales y para orientar los pasos futuros que como Iglesia Continental se deben poner en marcha.
Además, manifiesta que el proceso de escucha que se viene impulsando desde la Asamblea Eclesial, se inspira también en el proceso de escucha que la Amazonía emprendió en 2014 como parte de su preparación al Sínodo Amazónico de 2019.
“Me alegro mucho de que la sinodalidad se exprese en una experiencia concreta que comenzó en septiembre de 2014 y que sea la Amazonía con sus culturas y con la riqueza de sus pueblos originarios que puedan ayudar a la iglesia a ponernos en camino”, apunta.
En camino hacia el Sínodo de 2023
El cardenal Barreto considera que la Asamblea Eclesial de Latinoamérica y el Caribe es un aporte valiosísimo para la reforma de la iglesia universal, una Iglesia que escucha que discierne y que actúa de manera conjunta desde una unidad donde todos están involucrados.
Finalmente, aludió al próximo Sínodo de los obispos que tendrá lugar en 2023 donde se tendrá una experiencia profunda con el tema de la sinodalidad en la iglesia, por tanto, la participación en la Asamblea Eclesial es importante y donde todos los miembros de la iglesia son actores.
“En esto hay un llamado muy fuerte para los bautizados, los laicos y laicas que están muy involucrados en este momento en este compromiso”, concluyó.