El Papa Francisco reza por los afectados por las fuertes lluvias en Petrópolis, Brasil. El cardenal Pietro Parolin, en nombre del Santo Padre, envía un telegrama de pésame a Mons. Gregório Paixão Neto, obispo de Petrópolis, por todos los afectados de los desprendimientos e inundaciones causados por las lluvias que han azotado la región montañosa de Río de Janeiro, en Brasil.
“El Santo Padre, enterado con profundo dolor de las trágicas consecuencias del derrumbe en esta ciudad, encomienda al obispo que transmita a las familias de las víctimas su pésame y su participación en el dolor de todos los afligidos o privados de sus bienes”, se lee en la misiva.
“Pidiendo a Dios, Padre de la Misericordia, el descanso eterno para los fallecidos, el alivio para los siniestrados, a las que desea una pronta recuperación, y la serenidad y el consuelo de la esperanza cristiana para todos los afligidos por esta dolorosa prueba”, Francisco “envía a cuantos están sufrimiento y a los que tratan de aliviar sus sufrimientos una bendición apostólica”.
Declaraciones del obispo de Petrópolis
En declaraciones a la Agencia SIR de la Conferencia Episcopal Italiana, Mons. Gregorio Paixão, obispo de Petrópolis ha hablado de 104 muertos como cifra oficial, “pero en realidad son muchos más, y muchas personas se han quedado sin hogar”.
El prelado relata que la situación es dramática y la Iglesia se ha movilizado. Asimismo, reclama intervenciones estructurales, para evitar que situaciones de este tipo se produzcan en el futuro, pues esta no es la primera ocasión, “ya he sido testigo de tres situaciones de inundación”.
En esta ciudad, la mayor parte de la población tiene sus casas en las laderas de las montañas, construidas de forma frágil. Aunque todos los años llueve mucho, esta vez ha sido más fuerte de lo habitual, ha llovido en tres horas tanto como en un mes. Esto provocó desprendimientos y corrimientos de tierra, el agua se mezcló con el barro y las piedras y arrasó con todo.
Solidaridad de la Iglesia local
Mons. Paixão explica que “las familias sin techo están siendo acogidas en escuelas y parroquias. Nuestra diócesis está acogiendo a un gran número de personas sin hogar, en los salones parroquiales, en las salas de catequesis e incluso en las propias iglesias. El número de personas sin hogar podría aumentar, ya que muchas viviendas se encuentran cerca de las que se han derrumbado y actualmente están declaradas inseguras. También intentamos garantizar el apoyo religioso y psicológico”.
“En este momento también hay mucha gente que está trabajando duro, tratando de desenterrar y recuperar a las víctimas y dar ayuda a los necesitados. En primera línea están los numerosos sacerdotes de nuestra diócesis, muchos agentes de pastoral, personas que pertenecen a asociaciones y movimientos. Estamos distribuyendo alimentos a la población y esperamos poder crear centros de acogida más cómodos que una escuela o un salón parroquial”, destaca.
Mensaje de los obispos brasileños
La presidencia de la Conferencia Nacional de los obispos de Brasil (CNBB), por su parte, ha enviado un mensaje en el que los obispos manifiestan su tristeza ante lo ocurrido.
Se trata de que “afecta a nuestra fe cristiana y nos impulsa a actuar con solidaridad”, pidiendo “a todos los cristianos católicos, hombres y mujeres de buena voluntad, que muestren compasión por quienes han perdido lo poco que tienen, víctimas de la tragedia climática”.
La nota recoge que la Iglesia católica brasileña se está movilizando para esa ayuda, como recoge la nota. Del mismo modo, el Episcopado demanda pla intervención del Gobierno, afirmando que “es un compromiso cristiano y una tarea irrenunciable para quienes ocupan puestos de poder”.
Finalmente, partiendo de la corresponsabilidad entre unos y otros, piden ejercer “la amistad social, como nos guía siempre el Papa Francisco”.