“Nuestro desafío es tener un rol protagonista en la construcción de una cultura de paz, de acuerdo a nuestros valores y principios fundamentales de la vida cristiana”, expresan laicos de Bolivia.
Estas palabras forman parte del pronunciamiento del Consejo Boliviano de Laicos Católicos, emitido el 1 de noviembre de 2021 y dirigido “al noble pueblo de Dios” y difundido por Iglesia Viva, sistema de información de la Iglesia Católica en Bolivia.
Cuidar y proteger la vida y la familia
El texto describe en primer lugar que “el respeto de la vida, es un principio fundamental de la condición humana, como parte del ejercicio de nuestra naturaleza que no puede atentar consigo misma, es el llamado que como pueblo de Dios y miembros de un cuerpo nos invita a reflexionar sobre nuestro accionar con las distintas formas y niveles de violencia en nuestra sociedad,”.
En este sentido, afirman que “como laicos, y más aún como ciudadanos, según nuestro derecho constitucional, estamos llamados a cuidar y proteger la vida y la familia”. Como Iglesia, prosigue el documento, “siempre defenderemos la vida desde el momento de la concepción, porque Dios es quien da la vida. Es de imperiosa necesidad fortalecer los valores humanos los cuales nos encaminaran a vivir una vida libre de violencia, ahondando esfuerzos para luchar contra todo tipo de violencia desde la familia y nuestra sociedad.”.
Diálogo para lograr soluciones
A continuación, el Consejo de Laicos de boliviano realiza un llamamiento al diálogo para aportar soluciones a los problemas: “ La forma de solucionar los problemas no es violencia con violencia, exhortamos a todas las instituciones a evitar acciones violentas en contra de nuestra Iglesia, o de hermanos y hermanas que forman parte de ella, y de la misma forma invitamos a todos al dialogo para dar soluciones, siendo proactivos, propositivos, con apertura de escucha y el respeto a la profesión de fe y a la libertad de culto, ya que somos un estado laico, reconocida por nuestra constitución política”.
Por último, el mensaje remarca que “como laicos y ciudadanos, somos parte activa de nuestra sociedad”, y “estamos llamados a ser sal y luz en el mundo, por lo que en nuestro país todos debemos esforzarnos e intentar frenar las agresiones y ser instrumentos de unidad y paz”.
