El presidente de la Iglesia de Bolivia (CEB), monseñor Ricardo Centellas, ha visto con buenos ojos la decisión del Gobierno de dejar sin efecto el tratamiento del proyecto de ley de legitimación de ganancias ilícitas, y a su vez ha pedido ahondar esfuerzos en buscar salidas de paz y que prioricen las necesidades más imperiosas, como es la del trabajo.
“Toda ley que no es consensuada, tiende a generar rechazo y a provocar malestar en la población, por eso es importante trabajar en leyes que prioricen el trabajo en búsqueda del bienestar de los más necesitados, si priorizas leyes de persecución o que consoliden daño a otros sectores, tendrás este tipo de conflictos que sólo acrecientan la polarización del país, ahora se debe trabajar en unificar los sectores, trabajar por la paz en un país en cuyo menor situación puede desatar una espiral de conflictos y violencia, es ahí a donde no queremos llegar”, ha expresado Centellas en un vídeo comunicado.
Proyecto de ley retirado
Según informó la Agencia Fides en una nota, la ministra de la Presidencia del gobierno boliviano anunció la decisión estatal de retirar el proyecto de ley contra la legitimación de ganancias ilícitas, para evitar enfrentamientos entre bolivianos y la desestabilización del país por parte de ciertos grupos que se basan en campañas de desinformación.
El presidente episcopal reitera en su vídeo la importancia de trabajar en leyes que den prioridad al trabajo, buscando el bienestar de los más necesitados. “Si se priorizan las leyes que persiguen o consolidan el daño a otros sectores, se tendrá este tipo de conflictos que sólo aumentan la polarización del país. Ahora debemos trabajar para unificar los sectores y trabajar por la paz en un país en el que la más mínima situación puede desencadenar una espiral de conflicto y violencia. Ahí es donde no queremos llegar”, apunta.
El pasado domingo 17 de octubre de 2021, abriendo la fase diocesana del proceso Sinodal, Mons. Centellas subrayó la importancia de caminar juntos, de reflexionar y compartir como vivimos en comunión dentro de nuestra Iglesia y fuera de ella: “El trabajo que nos pide es compartir nuestra experiencia de comunión, de caminar como Iglesia de Vivir como el Señor nos ha mandado, la experiencia de vivir la misión que cada uno tiene en su grupo”, señaló en la homilía.
También exhortó a participar ya que “nadie puede quedarse callado, porque es un tiempo especial para que nos dejemos llevar por el Espíritu Santo e iluminados por el Espíritu Santo compartamos lo que vivimos como cristianos, con el carisma que tenemos. Pero también veamos los desafíos más urgentes que la Iglesia tiene en este tiempo”.
Vivimos, concluyó, “en pandemia que ha movido muchos criterios personales y mundiales y como Iglesia tenemos que responder a lo que necesita la gente de hoy, nuestros pueblos y sin olvidarnos lo que nos dice Jesús, que nos acerquemos a los más necesitados, a los pobres”.