12 marzo, 2025

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Beata Cristina de Stommeln, 6 de noviembre

Mística

Beata Cristina de Stommeln, 6 de noviembre

Oriunda de Stommeln, ciudad cercana a Colonia, esta mística del siglo XIII que recibió los estigmas de la Pasión, nació en 1242. Era una de los cinco hijos de Heinrich y de Hilla Bruso, unos campesinos acomodados. Cuando ingresó en el beaterio de Stommeln no sabía escribir. Un año antes había aprendido a leer el Salterio. Pero, aunque presentaba esta deficiencia que compartía con otras jóvenes—de hecho, sus compañeras del beaterio tampoco sabían escribir—, místicamente hacía mucho tiempo que había sido adornada con favores extraordinarios. Así, a la edad de 5 años contempló al Niño Jesús, y a los 10 se desposó místicamente con Cristo. Sus padres no aprobaron su decisión de hacerse religiosa, y sin esperar que acogieran su deseo, escapó del matrimonio que fraguaron para ella, vinculándose a las Beguinas de Colonia en 1255. Llevaba una vida de rigurosa penitencia y oración, siendo objeto de éxtasis, raptos y otras experiencias místicas. Pero también mantuvo muchas luchas contra el diablo. Además, a los 15 años hicieron acto de presencia en sus manos y pies los estigmas de la Pasión, y la corona de espinas se ciñó sobre su cabeza. Todo ello venía acompañado de fortísimas tentaciones, incluso se vio inducida al suicidio. No tardó mucho en sufrir los desaires de las religiosas que no comprendían ni creían en la autenticidad de estas vivencias, y que determinaron prescindir de su presencia, juzgándola presa de alguna enfermedad o locura al ver las convulsiones que sufría. De modo que, a su pesar, se vio obligada a regresar al domicilio paterno en Stommeln en 1267, aunque poco después ingresó con las Beguinas de esta localidad.

Dios puso un signo de consuelo en su dolorido corazón. El párroco Johannes, le abrió las puertas de su casa y ella lo atendió. Un día apareció por allí el erudito dominico fray Pedro de Dacia. Natural de la isla de Gotland, había estudiado en Colonia y en París, siendo antiguo alumno de san Alberto Magno. Procedía de la capital del Sena y viajaba camino de Gotland cuando ambos se conocieron. Entre ellos se estableció una entrañable y fecunda amistad, como se puede constatar en la numerosa correspondencia que mantuvieron (Pedro le dirigió 32 cartas), fuente excepcional para conocer la vida y experiencias místicas de Cristina.

Desde el principio, el dominico quedó conmovido por los hechos que la mística iba narrando a través del párroco, y desde mayo de 1269 hasta su muerte, esa entrañable amistad no cesó. En el momento de conocerse, Cristo le hizo saber a Cristina: «Mira bien al hombre que está a tu lado, porque es tu amigo y lo será siempre. Sabed que él permanecerá a tu lado en la vida eterna». Y esta absoluta certeza le hizo confiarle sus vivencias. Pedro la visitó en dieciséis ocasiones. Llegó a ser lector en Skänninge, y en 1283 prior de Glotland; aquí entregó su alma a Dios en 1288, dándose la circunstancia de que ese mismo año Cristina dejó de ser acosada por el diablo y su espíritu recobró la paz que perduró hasta el fin de sus días. Ella abandonó la residencia del párroco y se retiró a un pequeño recinto hasta que llegó su muerte el 6 de noviembre de 1312, a la edad de 70 años. Nunca dejó de vestir el hábito de las Beguinas. Pío X confirmó su culto el 8 de noviembre de 1908.

© Isabel Orellana Vilches, 2024
Autora vinculada a
santoral Isabel Orellana
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Inscrita en el Registro de la Propiedad Intelectual el 24 de noviembre de 2014.
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Isabel Orellana

Isabel Orellana Vilches Misionera idente. Doctora en Filosofía por la Universidad Autónoma de Barcelona con la tesis Realismo y progreso científico en la epistemología popperiana. Ha cursado estudios de teología en la Universidad Pontificia de Salamanca. Con amplia actividad docente desde 1986, ha publicado libros como: Realismo y progreso científico en la epistemología popperiana, Universitat Autònoma de Barcelona, 1993; El evangelio habla a los jóvenes, Atenas, Madrid, 1997; Qué es... LA TOLERANCIA, Paulinas, Madrid, 1999; Pedagogía del dolor. Ensayo antropológico, Palabra, Madrid, 1999; En colaboración con Enrique Rivera de Ventosa (†) OFM. Cap. San Francisco de Asís y Fernando Rielo: Convergencias. Respuestas desde la fe a los interrogantes del hombre de hoy, Universidad Pontificia, Salamanca, 2001; La "mirada" del cine. Recursos didácticos del séptimo arte. Librería Cervantes, Salamanca, 2001; Paradojas de la convivencia, San Pablo, Madrid, 2002; En la Universidad Técnica Particular de Loja, Ecuador, ha publicado: La confianza. El arte de amar, 2002; Educar para la responsabilidad, 2003; Apuntes de ética en Karl R. Popper, 2003; De soledades y comunicación, 2005; Yo educo; tú respondes, 2008; Humanismo y fe en un crisol de culturas, 2008; Repensar lo cotidiano, 2008; Convivir: un constante desafío, 2009; La lógica del amor, 2010; El dolor del amor. Apuntes sobre la enfermedad y el dolor en relación con la virtud heroica, el martirio y la vida santa. Seminario Diocesano de Málaga, 2006 y Universidad Técnica Particular de Loja, Ecuador (2007). Cuenta con numerosas colaboraciones en obras colectivas, así como relatos, cuentos, fábula y novela juvenil, además de artículos de temática científica, pedagógica y espiritual, que viene publicando en distintas revistas nacionales e internacionales. En 2012 culminó el santoral Llamados a ser santos y poco más tarde Epopeyas de amor prologado por mons. Fernando Sebastián. Es la biógrafa oficial del fundador de su familia espiritual, autora de Fernando Rielo Pardal. Fundador de los Misioneros Identes, Desclée de Brouwer, Bilbao, 2009. Culmina la biografía completa. Encargada del santoral de ZENIT desde 2012 a 2020 y ahora en Exaudi