Brasil: Papa ayuda a Centro de Acogida en Manaos

“Monseñor Sergio Eduardo Castriani“

Papa centro acogida Manaos
Mons. Leonardo Steiner © Vatican Media

El pasado viernes, 14 de mayo de 2021, se inauguró el Centro de Acogida “Monseñor Sergio Eduardo Castriani“, un espacio de referencia para los ciudadanos de Manaos, Brasil, que en gran parte se ha construido gracias a los recursos enviados por el Papa Francisco. Así informó el sábado 15 de mayo el Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM) en una nota.

Centro de acogida

El CELAM explica que el centro se ha construido en la parroquia de Nuestra Señora de los Remedios, en el corazón de la ciudad, un lugar por el que transita mucha gente de la calle, personas que pasan el día y la noche en la plaza que está frente a la Iglesia.

El nombre escogido es el de Mons. Sergio Eduardo Castriani, fallecido el pasado mes de marzo. El arzobispo de Manos, Mons. Leonardo Steiner, recordó que en plena pandemia solía preguntar, con la poca voz que le quedaba, qué se hacía con la gente de la calle, con aquellos que siempre tuvieron un lugar especial en su corazón.

La coordinadora de la Pastoral de la Gente de la Calle de la arquidiócesis manauense describe la figura de Castriani señalando que “no midió esfuerzos para que la gente de la calle pueda ser mejor apoyada“. Su silueta, fácilmente reconocible en la placa de inauguración, desvela lo siguiente: “La Gente de la Calle agradece al Papa Francisco los recursos para este espacio de acogida“.

Sentimiento de hogar

El arzobispo Steiner insistió en que se trata de un espacio donde se ha de vivir la acogida, “para que todas las personas que no tienen casa, puedan sentirse en casa“, un espacio donde “sean acogidos y estén siempre en casa, porque se encuentran con hermanos y hermanas“.


Del mismo modo, expresó que la bendición de la casa, en la que se ha invocado la bendición de Dios, se ha visto como una oportunidad para que “todos tengamos la alegría de poder servir, la alegría de poder acoger“, pidiendo que la casa sea un lugar en el que la gente encuentre “un lugar para hablar, un lugar para ser escuchado“.

Pequeños gestos

Según indica la nota del CELAM, el Centro de Acogida ha contado con la colaboración del Ministerio Público del Trabajo. En su nombre, la fiscal Alzira Costa, agradeció al padre Hudson, que acompaña la Pastoral, por haber ampliado su capacidad de amar, por la posibilidad de mirar a la gente de la calle de otra manera.

Ha sido un momento para darse cuenta de “cuánta a la caridad, tiene un nombre, que se convierte y se traduce en obras concretas, sobre todo a través de nuestra mutua colaboración“, destacó Mons. Tadeu Canavarros, obispo auxiliar de Manaos. El prelado hizo referencia a Fratelli tutti, texto que nos ayuda a descubrir que “el que vive en la calle es mi hermano, mi hermana”, pidiendo que este espacio de acogida ayude a “crecer en nuestra fraternidad“.

Misericordia evangelizadora

Mons. Steiner aclaró la ayuda que se ha prestado a la gente de la calle, un número significativo, “en el sentido de estar junto a estas personas, estos hermanos y hermanas”. El arzobispo recordó las palabras de santa Teresa de Calcuta, “a quienes el Estado y la sociedad no quieren, nosotros los cristianos los queremos“.

Mons. Leonardo insistió en que “es nuestra misión como Iglesia, la misericordia evangeliza más que nuestras palabras, porque es hacer visible la Palabra, hacer visible el Reino de Dios, es hacer visible a Jesús”. El arzobispo solicitó al gobierno un espacio para que la gente de la calle pudiera pernoctar.