Ante el atentado contra dos iglesias católicas llevado a cabo el miércoles 25 de enero de 2023 en Algeciras, España, motivado por extremismo religioso yihadista, la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN) expresa la condena absoluta de los hechos y reza por las víctimas y sus familias.
El atentado se saldó con el asesinato con un machete del sacristán, Diego Valencia, casado y padre de familia, conocido en la localidad porque regentaba una floristería y otros cuatro heridos, entre ellos un sacerdote. ACN quiere mostrar también su cercanía a las diócesis locales de Cádiz y Ceuta.
El jihadista se dirigió primero a la parroquia de San Isidro, donde hirió de gravedad en el cuello al párroco, el sacerdote salesiano Antonio Rodríguez Lucena, que fue operado de urgencia y se encuentra fuera de peligro. También fueron heridas dos personas que intentaron frenar el primer ataque. Después, se dirigió a la Iglesia de Nuestra Señora de la Palma, donde el atacante asesinó al sacristán, Diego Valencia.
Testigos de los ataques han asegurado, en diversos medios de comunicación españoles, que el joven magrebí de 25 años también atacó imágenes sagradas e increpó a los presentes en los templos al grito de “Alá es grande” y “Tu fe no es auténtica”. Antes de los ataques, el presunto yihadista se había cruzado con otro ciudadano marroquí al que agredió con un puñetazo gritándole “Tú trabajas para la majía”. Una expresión marroquí para expresar que alguien es contrario a la religión que se practica.
¿Estamos haciendo todo lo posible para frenar el odio?
Thomas Heine-Geldern, presidente ejecutivo de ACN ha resaltado la importancia de la protección del derecho a la libertad religiosa: “Las instituciones y la opinión pública no pueden permanecer impasibles, ni subestimar este tipo de trágicos sucesos. Debemos preguntarnos si estamos haciendo todo lo posible para frenar lo que ha alimentado este odio, aversión inspirada en una ideología político-religiosa que ha causado innumerables víctimas en muchas zonas del mundo, en particular y en los últimos años, especialmente en la región subsahariana. También en Europa se están produciendo cada vez más ataques de este tipo”.
Por su parte Javier Menéndez Ros, director de ACN en España, ha recordado que el atentado de ayer se produjo en la festividad de la conversión de San Pablo, perseguidor de los cristianos y después gran apóstol del cristianismo en el siglo I. “San Pablo de camino a Damasco se cayó del caballo porque el Señor le preguntó ¿por qué me persigues? Y esta pregunta hoy vuelve a tener sentido para nosotros ¿por qué se nos persigue?”.
El icono profanado en Algeciras
Menéndez Ros ha recordado así mismo que recientemente ACN había colaborado justo con las parroquias de Algeciras, llevando un icono profanado por yihadistas en Siria rescatado de una iglesia de la ciudad de Homs. “Casi todas las parroquias de la diócesis acogieron este icono celebrando vigilias de oración y encuentros para reflexionar sobre la persecución de cristianos en Oriente Medio. La parroquia de Nuestra Señora de la Palma, donde ha sido asesinado el sacristán Diego Valencia, y la parroquia María Auxiliadora, de la que es párroco el sacerdote herido en la Iglesia de San Isidro, también había recibido el icono de Siria”, dijo el director de ACN en España.
Mayor defensa de la libertad religiosa
ACN he pedido repetidamente una mayor defensa y protección de la libertad religiosa en todo el mundo, Este derecho fundamental tiene que garantizarse y protegerse por todos los poderes públicos. La libertad religiosa sólo está garantizada en uno de cada tres países del mundo, según el último Informe Libertad Religiosa en el Mundo de la fundación.
El pasado 9 de enero, el Papa Francisco recordaba también durante su discurso a los miembros del cuerpo diplomático acreditado ante la Santa Sede que en nuestros días ”uno de cada siete cristianos es perseguido” en el mundo por su fe. El Papa Francisco ponía de relieve la importancia de la defensa y protección de la libertad religiosa: “Es preocupante que haya personas perseguidas sólo porque profesan públicamente su fe y que en muchos países la libertad religiosa esté limitada”.