Roma se convertirá en la ciudad del anuncio de la paz con ocasión del Jubileo. Así lo espera monseñor Rino Fisichella, pro-prefecto del Dicasterio para la Nueva Evangelización, que intervino el pasado 30 de abril en Roma en el Foro Adnkronos, en el Palacio de la Información, sede de la agencia de prensa. El arzobispo abordó diversos temas, desde la crisis en Oriente Medio hasta la participación del Papa Francisco en el G7, y desde el próximo Año Santo a la teología pop, es decir, el renacimiento del Evangelio y de su mensaje a través del lenguaje de los jóvenes, la música pop, el cine, el teatro y el arte.
La situación en Oriente Medio
A propósito de Israel y Palestina, monseñor Fisichella recordó que hace poco se paró frente al olivo plantado por el Papa Francisco junto a Abu Mazen y Shimon Peres y se dio cuenta de lo mucho que había crecido, mientras que hoy nos encontramos en una situación que contradice ese gesto simbólico, pero con relación a la cual la diplomacia de la Santa Sede siempre es de gran ayuda.
El Papa Francisco en el G7
En cuanto a la intervención de Francisco en la sesión del G7 dedicada a la Inteligencia Artificial, para el prelado será una provocación para empujar a los gobiernos a comprender ante todo que el tema tocará cada vez más la vida de las personas y que serán necesarias reglas. El pro-prefecto del Dicasterio para la Nueva Evangelización considera que está en juego la concepción misma del hombre, que la inteligencia artificial debe considerarse en el contexto más amplio de la cultura digital y cibernética, y que todo lo que utiliza cotiza en bolsa y tiene repercusiones en la vida social y personal, por lo que la presencia del Papa en el G7 será una provocación para volver a poner en el centro la dignidad de la persona.
El Jubileo del 2025
Sobre el Jubileo, monseñor Fisichella anticipó que el Santo Padre tendrá gestos hacia los presos y que al final del Año Santo habrá también un acto concreto de caridad en beneficio de Siria, donde desde hace trece años se libra una guerra olvidada. Quienes deseen pasar por la Puerta Santa tendrán que inscribirse en la tarjeta especial del peregrino, explicó también el prelado, esto también para garantizar una buena acogida a todos, que no haya aglomeraciones excesivas ni problemas para la seguridad.
Ya han llegado miles de inscripciones y la maquinaria organizativa presupone la llegada de treinta y dos millones de personas, entre ellas más de dos millones quinientos mil de Estados Unidos y novecientos mil de Alemania. También se esperan muchas presencias de Sudamérica. En cuanto a las obras de preparación de Roma para el Jubileo, el pro-prefecto del Dicasterio para la Nueva Evangelización se detuvo en las que se están llevando a cabo en Piazza Pia, al comienzo de Via della Conciliazione, a dos pasos del Castel Sant’Angelo, y se mostró confiado en que se terminarán en el plazo previsto. La fecha de entrega de la nueva plaza, que tendrá unos siete mil metros cuadrados, es el 8 de diciembre.
Para monseñor Fisichella, lo importante es que se respete la antigüedad de Castel Sant’Angelo y el estilo barroco de la Plaza de San Pedro con la columnata de Bernini y que, por tanto, no sea una plaza que artísticamente cree una discontinuidad. Las de Piazza Pia, añadió, son las obras más representativas del Jubileo y las más complejas de realizar; la excavación del túnel ya ha comenzado y la obra, explicó, es de ingeniería del más alto nivel, destinada a trasladar dos grandes colectores de alcantarillado y construir uno nuevo mucho mayor.
Una economía ética
En cuanto al día del trabajador, celebrado el 1 de mayo, monseñor Fisichella subrayó que una economía sin ética conduce inevitablemente a la violencia, tanto en lo que se refiere a las muertes en el trabajo como a la propia dignidad del trabajador.
No es ética aquella economía que no respeta las cualidades profesionales específicas del trabajador, continuó el prelado, que no respeta al cliente, que da más valor a la máquina que al hombre, porque una economía que apunta única y exclusivamente al beneficio ya se coloca fuera de cualquier vehículo de socialidad y choca con el criterio mismo de la sociedad.
Nuevos lenguajes para hablar a los jóvenes
Por último, sobre la teología pop como nueva forma de evangelización, la opinión del pro-prefecto del Dicasterio para la Nueva Evangelización es que a los jóvenes no hay que atraerlos con estratagemas, sino por la seriedad de la propuesta que se hace, que es el anuncio de Jesucristo.
Para monseñor Fisichella, efectivamente se necesitan nuevas formas de comunicación para hablar a las nuevas generaciones, cada vez más dentro de las redes sociales y alejadas del lenguaje de la Iglesia, pero hay que encontrar un lenguaje para hablarles de Jesucristo, no hay que dar un contenido para atraerlas, la Iglesia debe ser coherente consigo misma, lo que propone es el sentido de la vida, lo efímero lo hacen muchos otros.
La teología, señaló, es el esfuerzo por comprender más el misterio de la fe, es inteligencia crítica, que se pone ante el misterio tratando de explicar las razones, el porqué de la presencia del misterio en nuestras vidas. Entre otras cosas, concluyó, el teólogo reconoce que existe también una espiritualidad popular que necesita igualmente de la inteligencia.