Un hombre que conducía un coche forzó el acceso por la puerta de Santa Ana en el Vaticano y se dirigió al Patio de San Dámaso, donde fue detenido y bloqueado por los gendarmes. Ocurrió en la tarde del 18 de mayo. Lo anunció la Oficina de Prensa del Vaticano, que explica que «pasadas las 20 horas, un coche alcanzó la entrada de Santa Ana del Vaticano. Haciendo caso omiso de las instrucciones que le fueron dadas por el Cuerpo de la Guardia Suiza Pontificia, que le impedía entrar en el Estado sin las relativas autorizaciones, salió temporalmente de la entrada y, tras maniobrar, volvió a entrar a gran velocidad, forzando los dos pasajes de control, de la Guardia Suiza y del Cuerpo de Gendarmería del Estado de la Ciudad del Vaticano».
«En un intento de detener el coche -continúa el comunicado de la Oficina de Prensa-, el inspector de la Gendarmería, que custodiaba el acceso, efectuó un disparo de pistola en dirección a los neumáticos delanteros del vehículo. Aunque alcanzó al vehículo en el guardabarros delantero izquierdo, el coche siguió su camino. Como el código de alarma se difundió rápidamente por radio, el guardia cerró la Puerta de la Casa de la Moneda, que permite el acceso a la parte trasera de la Basílica de San Pedro, los Jardines Vaticanos y la Plaza Santa Marta».
Mientras tanto, el coche llegó al Patio de San Dámaso: «El conductor bajó de forma autónoma y fue bloqueado y puesto bajo arresto por el Cuerpo de Gendarmería», explica la nota. «El hombre, de unos 40 años, fue examinado inmediatamente por médicos de la Dirección de Salud e Higiene del Estado de la Ciudad del Vaticano, que constataron un grave estado de alteración psicofísica». El hombre «se encuentra actualmente en una celda de detención en los nuevos locales del Cuartel de la Gendarmería, a disposición de la Autoridad Judicial».