¿Alguna vez te has preguntado qué dijeron los mártires de la guerra civil española antes de ser asesinados? ¿Cuáles fueron sus últimas palabras? ¿Dónde tenían puesto el corazón justo antes de arrebatarles la vida?
En el afán de que su memoria perdure Enraizados ha editado, de la mano de las hermanas María Beatriz y Gracia Pellicer de Juan, el libro: «Y Dios les abrió el cielo«. Una recopilación testimonial de esos trastos momentos.
Prologado por el Cardenal y Arzobispo de Madrid Carlos Osoro esta obra recoge las frases memorables que nos dejaron antes de morir, los mártires católicos españoles víctimas de la barbarie comunista y republicana. Personas normales, que amaban profundamente a Cristo y que entregaron su vida perdonando a sus verdugos.
No te pierdas lo que dijo el famosísimo dramaturgo gaditano Pedro Muñoz Seca, fusilado en Paracuellos del Jarama 28 de noviembre 1936. O el vitoriano Ramiro de Maeztu, periodista, ensayista y novelista de la Generación del 98, fusilado sin juicio previo en Aravaca, Madrid el 29 de octubre de 1936.
Miles de españoles católicos, religiosos y laicos, fueron asesinados en aquellos oscuros años. Este libro da testimonio de su fe a través de sus propias palabras porque como dijo antes de morir la religiosa, hoy día beata, María Cinta Asunción Giner Gomis:
«Moriré mil veces antes de entregaros la Eucaristía»
O como proclamó el presbítero Rafael Tramoyeres Cuñat:
«Solo pido un segundo para poder morir gritando ¡Viva Cristo Rey!
Por su amor y por su entrega, «Dios les abrió el cielo». Podrían haber dicho muchas otras cosas, pero no fue así. Prefirieron morir defendiendo a Cristo por amor que renegar de su fe.
Un libro que te tocará el corazón y que puedes adquirir desde 6 euros aquí.